Cómo hacer patas de pollo con piel de tigre dulces y picantes
Patas de pollo fritas también es muy sencilla, sólo hay que elegir el condimento adecuado. Primero prepara una cantidad adecuada de patas de pollo, lávalas, luego déjalas escurrir un rato y luego usa sal o pimienta o pimienta en polvo o ciruela en polvo (puedes elegir esto según tu preferencia). Si tienes tiempo suficiente, cubre con cuidado cada zona con una capa fina. Luego remójalo en el huevo líquido, sácalo y cúbrelo uniformemente con harina. Finalmente ponerlo en la cacerola de aceite y sofreírlo. Después de freír, colocarlo en un plato con papel absorbente para que absorba el exceso de aceite. Finalmente, espolvorea uniformemente con tu condimento en polvo o salsa favorita. Las patas de pollo crujientes están listas.
Por supuesto, si no te gustan los productos fritos, también puedes optar por cocinarlos al horno. Los pasos son similares, pero debes aplicar una capa de aceite uniformemente en la bandeja para hornear con anticipación para evitar que las patas de pollo se peguen a la bandeja cuando la saques más tarde. Las patas de pollo asadas al horno no deben quedar demasiado secas. Personalmente, recomiendo usar una salsa húmeda. Por lo general, primero mezclo salsa de ostras, salsa de soja y pimienta negra y luego la aplico en las patas de pollo. (Por supuesto, si el sabor es fuerte, puedes agregar un poco de sal pimienta o chile en polvo). Si te gusta crujiente, puedes hornearlo por más tiempo para que la piel exterior quede crujiente y deliciosa.
De hecho, hay muchas formas de hacer patas de pollo. También me gusta comer patas de pollo con pimientos encurtidos y patas de pollo estofadas, sobre todo las cocidas en olla a presión, que quedan muy suaves y pegajosas. Luego marinar, preferiblemente dulce y picante. Al comerlas, la carne y los huesos de las patas de pollo parecen separarse sin esfuerzo, lo cual es simplemente un placer.
Lo mejor es comerlo caliente y frito en el horno para conseguir una textura más crujiente. Si se deja mucho tiempo y se enfría, no quedará crujiente, lo que también puede afectar en cierta medida al sabor. En resumen, si tienes tiempo, puedes probarlo. Es sencillo y cómodo, y podrás sentirte más seguro al hacerlo tú mismo.