¿Qué medicamento debo tomar para los nódulos tiroideos?
La exploración con radionúclidos muestra que los nódulos tiroideos con nódulos calientes únicos tienen menos probabilidades de volverse cancerosos. Se puede probar primero la terapia de supresión de la hormona tiroidea (LT4) o la terapia con radionúclidos. Los nódulos fríos suelen requerir tratamiento quirúrgico. Cualquier nódulo solitario de rápido desarrollo y textura dura, o que se acompañe de linfadenopatía cervical o nódulo solitario en niños, debe ser intervenido lo antes posible por la posibilidad de tumores malignos.
2. Bocio multinodular (MNG)
Tradicionalmente, el MNG tiene menor riesgo de cáncer que un solo nódulo. Sin embargo, la ecografía de alta resolución ha descubierto que muchos pacientes diagnosticados con nódulos únicos en realidad tienen nódulos múltiples, y ahora se cree que no hay mucha diferencia en la incidencia de cáncer entre los dos. Por tanto, el tratamiento del MNG debe excluir primero los tumores malignos. Si la sTSH es baja, indica hipertiroidismo. Si el diagnóstico de citología por PAAF es maligno o se sospecha malignidad, se debe realizar tratamiento quirúrgico.
3. Degeneración benigna o maligna de los quistes
Todas las lesiones pueden formar quistes y los quistes tiroideos simples son raros. Se deben extirpar todas las masas mixtas persistentes o recurrentes.
4. Nódulos tiroideos no palpables
En los últimos años, debido al desarrollo de la ecografía B, la tomografía computarizada y la resonancia magnética, se pueden descubrir pequeños nódulos tiroideos no palpables accidentalmente durante otros. exámenes. Esta condición es más común en personas mayores. Generalmente, no hay antecedentes de enfermedad de la tiroides, nódulos tiroideos ni factores de riesgo de cáncer de tiroides. Los nódulos menores de 1,5 cm requieren observación de seguimiento. Si el nódulo mide más de 1,5 cm, se puede realizar una PAAF bajo guía ecográfica, seguida de un tratamiento adicional según los resultados de la citología.
5. Nódulos de radiación
Las personas que reciben radioterapia de cabeza y cuello son propensas a sufrir cáncer de tiroides, que puede aparecer desde los 5 años hasta los 30 años. Cualquier persona que desarrolle un nódulo tiroideo después de la radioterapia en la cabeza y el cuello debe ser diagnosticada mediante FNA.