¿Qué es una rana?
También conocido como pollo de agua, pollo verde, rana, etc. , es un tipo de rana tigre anuro. La longitud del cuerpo puede alcanzar unos 12 cm y el peso puede crecer desde la mitad de un malicioso hasta un malicioso. La hembra es más grande que el macho y en Asia se la conoce como rana. La rana se caracteriza por tener rayas de tigre, marcas oscuras irregulares en la cabeza y los costados, dorso de color amarillo verdoso ligeramente marrón y marcas blancas irregulares en el abdomen.
Las ranas son ranas acuáticas que suelen vivir en arrozales, acequias, embalses, estanques, pantanos y otros lugares de zonas montañosas, así como en pastos cercanos. Existen muchos tipos de alimento para las ranas tigre, entre los cuales los coleópteros se alimentan principalmente de insectos y representan alrededor del 36% del alimento. Otros incluyen hemípteros, lepidópteros, dípteros, himenópteros, homópteros, arañas, lombrices de tierra, miriápodos, camarones, cangrejos, lochas y animales muertos.
Cría artificial de ranas
Manejo de la alimentación: Las ranas deben elegir alimentos nutritivos y de alta calidad, como maíz, harina de soja y harina de pescado. Al mismo tiempo, el alimento debe ser dosificado adecuadamente según la etapa de crecimiento y el peso de la rana para evitar sobrealimentación o deficiencias nutricionales.
Gestión ambiental: Las ranas necesitan un ambiente seco, ventilado y con una temperatura adecuada. La granja debe mantenerse limpia e higiénica, y el agua potable y el alimento deben reemplazarse periódicamente para evitar que las ranas enfermen.
Prevención de enfermedades: Las ranas son susceptibles a una variedad de enfermedades, como la influenza aviar, la peste de los pollos, etc. Los cuidadores deben controlar y prevenir periódicamente las enfermedades de las ranas, y detectar y tratar las enfermedades de manera oportuna.
Manejo de la reproducción: La cría de ranas requiere atención al manejo de la selección, el apareamiento y la eclosión de las especies. Se deben seleccionar pollos sanos y bien criados para la reproducción, y las parejas deben coincidir razonablemente según la raza y el linaje. La temperatura y la humedad deben controlarse durante la incubación para garantizar la tasa de éxito de la eclosión.