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Métodos y precauciones para el cultivo de la pasiflora

La pasiflora se puede plantar en suelos blandos, fértiles y ácidos con buena permeabilidad al aire y drenaje, y la temperatura de crecimiento está entre 20 y 30 grados. Durante el período de mantenimiento, las plantas necesitan recibir luz, agua y fertilizantes adecuados. Presta atención al cuidado de la pasiflora. Es necesario protegerla del frío en invierno y darle sombra en verano. Durante el invierno, es necesario controlar la humedad y detener la fertilización.

1. Suelo

La maracuyá es una enredadera herbácea del género Passiflora que tiene una gran adaptabilidad y no elige el suelo. Para cultivar pasiflora se puede utilizar un suelo ácido, suave, fértil, transpirable, bien drenado. Para evitar la alcalinización y la aglomeración del suelo, puedes utilizar una solución de sulfato ferroso o agua de arroz para regar las plantas, normalmente una vez cada 20 a 30 días.

2. Temperatura

A la maracuyá le gusta la temperatura, y la planta es apta para crecer en un clima cálido y seco. La temperatura adecuada para el crecimiento de las plantas es de 20 a 30 grados, y la temperatura en invierno es de unos 5 grados. En invierno, la temperatura es de unos 2 grados bajo cero y las plantas son propensas a congelarse. Antes de que llegue el invierno, tome precauciones contra el frío y traslade las plantas en macetas al interior para evitar la congelación.

3. Equipo de iluminación

A la maracuyá le gusta la luz, y una luz suficiente es beneficiosa para el crecimiento de las hojas y frutos de las plantas. Sin embargo, las plantas no toleran la luz intensa, por lo que es necesario protegerlas en verano para evitar la luz solar directa. Si se trata de una planta en maceta, se puede trasladar a un lugar fresco y ventilado para su mantenimiento en verano y colocarla en el interior de un balcón bien iluminado en invierno.

4. Agua y fertilizante

La maracuyá tiene una fuerte tolerancia a la sequía y teme el encharcamiento, pero el crecimiento de las plantas requiere agua y suficientes nutrientes. Se requiere un riego adecuado durante la temporada de crecimiento y el aire es seco en verano. Las plantas en macetas se pueden rociar con agua para enfriarlas e hidratarlas. Se deben aplicar fertilizantes de fósforo y potasio antes de la floración y fructificación para facilitar el crecimiento de flores y frutos, y es necesario controlar el agua en invierno.