¿Cuáles son algunas frutas ácidas adecuadas para el consumo de mujeres embarazadas?
Las mujeres embarazadas son aptas para comer las siguientes frutas ácidas: el arándano, la cereza, la uva, la fresa, la granada y el kiwi son todas frutas ácidas. Las mujeres embarazadas que comen algunas frutas ácidas todos los días no solo pueden mejorar su apetito, sino que también son buenas para el feto. Las frutas ácidas pueden prevenir malformaciones del tubo neural fetal. Además, las manzanas también son frutas ácidas y contienen una gran cantidad de zinc, lo que favorece el desarrollo del cerebro fetal.
Los beneficios de comer frutas ácidas para las mujeres embarazadas es que alrededor de los tres meses de embarazo, los huesos del feto se van formando lentamente. En este momento es necesario complementar el calcio y para que el calcio precipite en los huesos se necesitan sustancias ácidas. Por tanto, las mujeres embarazadas que comen frutas más ácidas pueden ayudar al desarrollo de los huesos del feto. También puede promover la absorción de hierro.
La vitamina C es indispensable durante el crecimiento del feto, y la mayoría de las frutas ácidas contienen una gran cantidad de vitamina C. Por lo tanto, las mujeres embarazadas que comen cantidades adecuadas de frutas pueden proporcionar una gran cantidad de vitamina C al feto y, al mismo tiempo, también pueden mejorar la propia resistencia de la mujer embarazada. Por tanto, las mujeres embarazadas pueden comer frutas ácidas de forma adecuada, lo que resulta beneficioso para su salud.
Las manzanas contienen una variedad de vitaminas y minerales, ácido málico, ácido tánico y fibra fina. Muchas mujeres embarazadas temen la obesidad. Comer más manzanas puede prevenir la obesidad excesiva y es muy útil para el desarrollo fetal. Las manzanas también tienen un efecto regulador de la función gastrointestinal. Si se puede comer con la piel, se puede mejorar tanto el estreñimiento como la diarrea. Es posible que las mujeres embarazadas que sufren de estreñimiento deseen probarlo más.
De todas las frutas, las cerezas son particularmente ricas en hierro, casi 20 veces más que las manzanas, naranjas y peras. Además, también contienen de 4 a 5 veces más caroteno y vitaminas que las uvas, las manzanas y las naranjas. Nutrientes como B1, B2, C, ácido cítrico, calcio y fósforo pueden reponer la sangre y ayudar a la función gastrointestinal si se consumen en grandes cantidades.