La forma correcta de regar árboles frutales
Principios del riego de árboles frutales
A los árboles frutales les gusta el agua, pero no les gusta demasiada agua. Sus raíces son propensas a pudrirse y temen el encharcamiento. Los árboles frutales necesitan un riego oportuno cuando florecen y dan frutos, lo que es beneficioso para el crecimiento de los frutos. Asegúrate de controlar la cantidad de agua y no regar la tierra.
Métodos de riego para árboles frutales
Los árboles frutales se deben regar cada cuatro días. La cantidad de riego depende de regar bien el suelo, tanto por la mañana como por la noche. Es mejor utilizar pequeñas cantidades de agua al regar los árboles frutales. Esto puede dañar fácilmente las raíces de los árboles frutales y no favorece su crecimiento.
Cómo regar árboles frutales en primavera y otoño
Regar los árboles frutales cada cuatro días en primavera y otoño Lo mejor es regar bien la tierra. El riego se puede realizar por la mañana y por la tarde en primavera y otoño, y en primavera llueve menos. El riego puede favorecer el crecimiento de los árboles frutales, pero no se debe regar en exceso en otoño.
Cómo regar árboles frutales en verano
Regar los árboles frutales cada dos días en verano, por lo que se deben regar abundantemente las raíces de los árboles frutales. Los árboles frutales son aptos para regar por la noche en verano porque el clima es cálido. Puedes regarla una vez por la mañana y por la noche para mantener la tierra húmeda, y tener cuidado de no acumular agua durante la temporada de lluvias.
Cómo regar árboles frutales en invierno
Regar los árboles frutales una vez cada 10 días en invierno, simplemente regar bien la tierra. Regar los árboles frutales en las mañanas soleadas de invierno evitará la congelación del suelo. raíces. . Los árboles frutales no necesitan ser regados cuando entran en invierno. Solo riégalos una vez con agua helada.
Cosas a tener en cuenta al regar árboles frutales
La germinación y fructificación de los árboles frutales es un periodo importante para el riego. Para garantizar suficiente agua, los árboles frutales deben regarse con pequeñas cantidades de agua y no inundarse con grandes cantidades de agua. Esto no favorece el crecimiento de los árboles frutales y provocará la pudrición de la fruta. Si riegas demasiado, afloja la tierra y drenala.