Los caquis son deliciosos pero difíciles de conservar. ¿Puedes hacer pasteles de caqui tú mismo?
La mayoría de nuestros caquis comunes son caquis redondos, y también puedes hacerlos en casa. El primer paso es preparar caquis frescos. Debes elegir caquis duros. Estos caquis se pueden pelar, pero los caquis blandos no. Pelar los caquis preparados y conservar los tallos. No remoje los caquis en agua después de pelarlos para evitar que se deterioren y se enmohezcan. Luego sécalo. En otoño hace buen sol y la temperatura es adecuada. Puedes ver el prototipo de los caquis después de secarlos al sol durante cuatro o cinco días. Tenga cuidado de no dejar que los caquis queden expuestos a la lluvia mientras se secan. Cuando el clima es húmedo, lo mejor es guardar los caquis en un lugar seco.
Después de cuatro o cinco días de secado, los caquis ya están muy blandos al pellizcarlos. En este momento puedes pellizcar los caquis. Exprimir los caquis puede hacerlos más suaves y hermosos. Al pellizcar el caqui, preste atención a ablandar la parte dura del caqui, y también preste atención a controlar la fuerza y no aplastar el caqui. Pellizca el caqui una vez cada dos o tres días y hazlo dos o tres veces seguidas. En este momento, los caquis están casi formados y el único paso que queda es agregar la capa de azúcar. El recubrimiento de azúcar es un paso para probar la tecnología de producción de caqui. Si el contenido de humedad del caqui es alto, el efecto de glaseado no será bueno y la superficie del caqui se volverá pegajosa fácilmente. A la hora de hacerlo en casa, puedes optar por un método más sencillo. Pon los caquis en una caja de madera y guárdalos en un lugar fresco. Tenga cuidado de no colocarlo en un lugar caluroso para evitar que los caquis acumule calor. Sácalo después de unas dos semanas y quedará un glaseado blanco encima.