Los efectos y funciones del limón
El limón tiene el mismo efecto supresor del apetito que el pomelo, porque es rico en pectina, que puede saciar el apetito. Puedes comer un poco de limón cuando tengas hambre. Además, puedes agregar una rodaja de limón a ensaladas y bebidas.
Inhibe el aumento de grasa
Los polifenoles de la cáscara de limón pueden inhibir el aumento de peso y la acumulación de grasa, y también pueden inhibir la aparición de resistencia a la insulina. Pero cabe destacar que si no te conviene comer solo piel de limón, también puedes añadir piel de limón a la ensalada.
Mejora la inmunidad
Los limones son ricos en vitamina C, que según un estudio alemán puede aumentar la actividad de los anticuerpos y la capacidad de combatir infecciones.
Favorece la digestión y la absorción
Los limones son ricos en flavanonas, que ayudan al paso de los alimentos en el tracto digestivo.
Previene muchas enfermedades
Los limones son ricos en antioxidantes. Por lo tanto, puede prevenir anomalías lipídicas, estancamiento de grasas, arteriosclerosis y cáncer, aportando así energía positiva.