El origen de los robots
En 1920, el escritor checoslovaco Karel Capek acuñó el término "robot" basándose en los personajes Robota y Robotnik de sus novelas de ciencia ficción.
En 1942, el maestro estadounidense de ciencia ficción Asimov propuso las Tres Leyes de la Robótica. Aunque se trataba de una creación de ciencia ficción, más tarde se convirtió en el principio predeterminado de I+D en el mundo académico.
En 1956, el estadounidense George DeVore creó el primer robot programable del mundo y registró una patente. Este tipo de robot puede realizar diferentes tareas según diferentes programas y es versátil y flexible.
En 1959, DeVore colaboró con el inventor estadounidense Joseph Engelberg para crear el primer robot industrial. Posteriormente se fundó Unimation, la primera planta de fabricación de robots del mundo. Ingeberg también es conocido como el "padre de los robots industriales" por su trabajo en el desarrollo y promoción de robots industriales.
En 1962, "VERSTRAN" (que significa manejo universal) producido por la empresa estadounidense AMF y Unimate producido por Unimation Company se convirtieron en robots industriales verdaderamente comerciales y se exportaron a países de todo el mundo, dando inicio a un mundo de robots. Investigación y desarrollo. El clímax de la investigación en robótica.
Información ampliada:
Clasificación de robots
Los expertos en robots domésticos dividen los robots en dos categorías: robots industriales y robots especiales desde la perspectiva del entorno de aplicación. Los denominados robots industriales se refieren a manipuladores multiarticulares o robots con múltiples grados de libertad utilizados en el ámbito industrial. Los robots especiales se refieren a varios robots avanzados utilizados en industrias no manufactureras y que sirven a los seres humanos además de los robots industriales, incluidos: robots de servicio, robots submarinos, robots de entretenimiento, robots militares, robots agrícolas, maquinaria robótica, etc.
Tres leyes de los robots
Primero, los robots no deben dañar a los humanos, ni deben observar cómo los dañan.
Dos: A menos que se viole la primera ley, los robots deben obedecer órdenes humanas.
3. A menos que se violen la primera y la segunda ley, los robots deben protegerse.
Enciclopedia Baidu-Robot