Soñé con beber vino tinto y pelearme con viejos amigos.
Creo que, antes que nada, debes mantener la calma y no estar demasiado nervioso. Es normal que tengas preocupaciones, pero también espero que no seas demasiado formal, porque solo vas a conocer a la novia de tu hermano y ella no es tu cuñada. Es la novia de tu hermano la que debería estar nerviosa, no tú.
Cuando conoces a la novia de tu hermano por primera vez, primero debes saludarla cortés y proactivamente, y darle una dulce sonrisa para expresarle tu amabilidad y bienvenida. Todo el mundo dice que la primera impresión es importante. Si puedes hacer esto desde el principio, definitivamente dejarás una muy buena impresión en la otra parte.
Tal vez cuando conozcas a esta extraña por primera vez, sentirás un poco de curiosidad y querrás ver qué tipo de persona es y por qué tu hermano la favorece, por lo que no puedes evitar mirarla en secreto. ella.otro lado. Sin embargo, creo que puedes ser más natural, como un viejo amigo al que no ves desde hace años. Tienes que decir algo y sonreír para que los demás no se sientan incómodos o avergonzados.
Puedes observar en secreto la apariencia y la vestimenta de la otra persona. Pero si sigues mirando a alguien, se sentirá avergonzado y será de mala educación.
A la hora de comer, en realidad hay mucha etiqueta. Por ejemplo, cuando sirvan la comida, no muevas los palillos con prisa, parecerá muy reservada. Puedes invitar a todos a comer juntos o puedes esperar a que tu hermano salude antes de usar los palillos.
En la mesa no se trata solo de comer todos juntos tranquilamente, sino que también se charla. Justo cuando converse, no apunte con los palillos a la otra persona ni apunte con el dedo índice a la otra persona que tiene los palillos. Porque a esto se le llama "hada que guía el camino" y es un comportamiento muy descortés.
Además, cuando estés comiendo, no hagas malos sonidos al masticar, porque es realmente de mala educación. Si no prestas mucha atención en los momentos habituales, deberías prestar más atención a la hora de comer.
Imagina que todos se lo están pasando genial comiendo juntos, pero tú sigues lamiendo tus labios y haciendo algunos ruidos indecentes en la mesa. ¿Cómo es posible que otros todavía tengan ganas de disfrutar de una buena comida y charlar contigo?