Tratamiento de la enteritis y prevención del cáncer de intestino: 11 métodos eficaces científicamente probados
Los billones de bacterias de tu intestino desempeñan un papel vital a la hora de mantener tu cuerpo y tu mente sanos y funcionando correctamente.
Pero ciertos alimentos o cambios en el estilo de vida pueden provocar problemas intestinales e incluso derivar en problemas de salud. Aquí hay 11 formas de mejorar su salud intestinal.
1. Diversifica tu dieta
Según un artículo de “Molecular Metabolism”, en una persona sana, existe una gran variedad de bacterias (llamadas microbiota) en el tracto gastrointestinal. Es decir, cuanto mayor sea la diversidad de especies bacterianas, mayores serán sus posibilidades de afectar la salud. Por otro lado, una reducción en el número de bacterias puede provocar enfermedades.
Para obtener un microbioma rico se requiere una dieta rica. Cuanto más diverso sea el menú diario, más fácil será para el microbioma adaptarse al entorno intestinal. Los alimentos integrales son la mejor opción.
2. Come más verduras fibrosas.
A la hora de añadir algunos alimentos saludables a tu menú, intenta centrarte en los alimentos de origen vegetal.
Según una revisión del Tzu-Chi Medical Journal, la flora intestinal de las personas que siguen una dieta vegana o vegetariana es diferente a la de los omnívoros, posiblemente porque una dieta vegana puede aportar más mucha fibra. Cuando la fibra se absorbe a través de las plantas, aumenta el crecimiento de bacterias más beneficiosas que tienen efectos antipatógenos y antiinflamatorios, además de protección cardiovascular.
Una dieta basada en plantas no solo favorece los microbios intestinales, sino que también mantiene una salud general óptima.
Intenta incluir apio, puerros, repollo, lentejas y frijoles en tu dieta, ya que son muy ricos en fibra y también actúan como prebióticos, promoviendo las bacterias buenas en tu intestino.
3. Suplementar con probióticos
Los alimentos fermentados son populares, y con razón. Según Harvard Health Publishing, estos alimentos ayudan a fortalecer el microbioma intestinal. Utilice métodos probados y verdaderos no sólo para extender la vida útil de los alimentos fermentados, sino también para aumentar su valor nutricional (incluidos los probióticos). Los probióticos son cepas específicas de bacterias que aumentan la cantidad de microorganismos beneficiosos en el intestino.
Alimentos fermentados probióticos:
Yogur
Kimchi
Chucrut
4. Suplemento de prebióticos
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Los prebióticos se encuentran en muchas verduras, cereales integrales y legumbres, que ayudan a que las bacterias probióticas prosperen.
Otra forma de mantener un equilibrio saludable de las bacterias intestinales es ayudar a que crezcan los microbios beneficiosos que ya se encuentran en el microbioma.
Entran en escena los prebióticos, que actúan como fertilizante para estimular el crecimiento de las fibras vegetales, según la Fundación del Consejo Internacional de Alimentación. Los prebióticos se pueden encontrar en frutas, verduras, cereales y legumbres ricos en fibra, alimentos que contienen carbohidratos complejos. Dado que el cuerpo no puede digerir completamente estos carbohidratos, se convierten en alimento para las bacterias intestinales.
5. Evita los edulcorantes artificiales
Los edulcorantes artificiales pueden ser una forma sencilla de ahorrar calorías, pero si se consumen en exceso, pueden provocar molestias gastrointestinales. Según un artículo de Advances in Nutrition, los edulcorantes artificiales no solo pueden causar gases y diarrea, sino que también pueden aumentar el azúcar en sangre y alterar las respuestas de la insulina al cambiar la composición de la flora intestinal. Si quieres dejar este hábito de los edulcorantes artificiales, come más fruta fresca, lo cual siempre es una apuesta segura.
6. Mantener una buena higiene bucal.
Las bacterias de la boca pueden migrar a los intestinos, cambiando el microbioma.
Al igual que en los intestinos, en la boca viven muchas bacterias. Según un artículo del Journal of Microbiology, las bacterias orales asociadas con las infecciones crónicas de las encías pueden viajar hasta el intestino y alterar el microbioma allí, donde pueden desempeñar un papel en ciertos trastornos metabólicos y algunos cánceres.
Así que cepilla tus dientes dos veces al día, usa hilo dental, acude al dentista para una limpieza y expresa cualquier inquietud que tengas sobre tu salud bucal: esto mantendrá tu boca sana.
7. Duerme lo suficiente
Descansa lo suficiente por la noche para despertarte más y rendir mejor. Pero según la Sociedad de Gastroenterología, cuando no se duerme lo suficiente, pueden surgir problemas de salud e incluso afectar el intestino. Las investigaciones sobre el síndrome del intestino irritable muestran que la falta de sueño se asocia con un aumento del dolor abdominal al día siguiente. Esto está respaldado por investigaciones sobre el dolor crónico, que muestran que la falta de sueño aumenta la sensibilidad a los estímulos dolorosos. La actividad del sistema digestivo depende del ritmo circadiano, por lo que, en general, el sistema digestivo está menos activo durante la noche. Esto significa que cuando los ritmos circadianos se salen de control, puede provocar una exacerbación de los síntomas gastrointestinales.
8. Ejercicio
Es un hecho bien conocido que el ejercicio puede hacer maravillas tanto a nivel mental como físico. Investigaciones recientes muestran que sus efectos llegan incluso a las pequeñas bacterias del intestino.
Según un artículo de Oxidative Medicine and Cellular Longevity, el ejercicio puede aumentar el número de bacterias intestinales beneficiosas, enriquecer la diversidad del microbioma y ayudar al desarrollo de nuevas bacterias. El ejercicio parece ser particularmente beneficioso para las bacterias, lo que puede ayudar a perder peso y aliviar algunos trastornos gastrointestinales y metabólicos. Trate de realizar 150 minutos de ejercicio moderado por semana.
9. Reducir el consumo de alcohol
Demasiado alcohol puede provocar un desequilibrio de las bacterias en los intestinos, provocando síntomas de malestar gastrointestinal. Una pequeña cantidad de alcohol está perfectamente bien, pero beber más puede provocar confusión intestinal.
Según un artículo de Alcohol Research Current Reviews, el alcohol promueve la desnutrición (cuando los factores ambientales alteran el desequilibrio bacteriano) y el crecimiento excesivo de bacterias, lo que puede provocar inflamación, cáncer, enfermedades hepáticas y neuropatología. Beber con moderación (especialmente vino tinto) es realmente bueno para la salud intestinal; sin embargo, beber en exceso puede causar inflamación intestinal, reducir las bacterias saludables, al tiempo que aumenta las bacterias dañinas y causa hinchazón crónica y estreñimiento.
10. Evita el uso indiscriminado de antibióticos.
Los antibióticos a veces son necesarios para matar las infecciones bacterianas, pero pueden provocar trastornos intestinales. Según un artículo del Chinese Medical Journal, esto se debe a que los antibióticos también matan las bacterias intestinales "buenas", así como los insectos "malos" que enferman y provocan desnutrición. Diferentes antibióticos o sus combinaciones pueden provocar diferentes cambios en el microbioma. A medida que cambia la flora intestinal, puede producirse diarrea debido a un desequilibrio de las bacterias. Es más probable que ciertos antibióticos provoquen un crecimiento excesivo de C. difficile, lo que provoca diarrea grave y colitis. La clindamicina y la ciprofloxacina son dos antibióticos con mayor riesgo de contraer C. difficile. Ambos antibióticos provocan una pérdida significativa de las barreras mucosas y de la función inmune. Si actualmente estás tomando antibióticos, generalmente es mejor comer más alimentos ricos en probióticos para ayudar a restaurar las bacterias buenas en tu intestino.
11. Evita el Nerviosismo
Es más fácil decirlo que hacerlo. Pero los factores estresantes de la vida pueden alterar significativamente el microbioma. Según el artículo Hormonas y comportamiento, los microbios pueden responder a las hormonas y neurotransmisores involucrados en la respuesta al estrés. Esto puede cambiar la composición de las bacterias intestinales, pero se necesita más investigación para comprender completamente cómo sucede esto realmente y sus efectos.
Sin embargo, según la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión, los cólicos, el estreñimiento, la diarrea y los cambios en el apetito pueden ocurrir debido a cambios en las bacterias intestinales relacionados con el estrés. Una vez que comienza a lidiar con una de estas afecciones, la afección en sí puede convertirse en una fuente de estrés y ansiedad, exacerbando los síntomas intestinales.
La respiración profunda, la meditación, el ejercicio regular y buscar un profesional de la salud mental pueden ayudar a aliviar la carga.