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Mis pensamientos después de leer "El niño que amaba buscar"

Hoy leí un libro llamado "El niño que amaba buscar". Mi personaje favorito del libro es Jin Jingli.

Jin Jingli es un chico al que le encanta encontrar cosas. Un día cogió un bonito llavero. A partir de entonces se convirtió en el chico de la clase que podía encontrarlo todo. En la subasta del amor, Jin Jingli subastó todas las cosas que había recogido antes, y la última fue una pequeña villa.

Un día, un profesor vino a su clase y le pidió a Jin Jingli que fuera el profesor de "objetos perdidos y encontrados". A partir de entonces, Jin Jingli pasó todo el día en el campus buscando cosas que sus compañeros habían perdido: tapas de bolígrafos, guantes, lápices, cuencos de arroz... Los compañeros no lo creían. Algunas personas decían que Jin Jingli era un coleccionista de trapos. , pero Jin Jingli todavía trabajó incansablemente. Como uno perdió cosas y el otro las recogió, Jin Jingli y Mulu Lu se hicieron buenos amigos. Cuando Jin Jingli recogió "Aciano No. 27" en el jardín de la pequeña villa, sus compañeros de clase pensaron que era una persona que podía recoger cualquier cosa y muchas personas encontraron sus pertenencias. En la subasta del amor, Jin Jingli subastó todas las cosas que recogió pero que nadie quería, pero Ru Ru se negó a vender "Aciano No. 27". Justo cuando los estudiantes estaban desconcertados, el padre de Ru Ru, un hombre ciego, vino y se lo contó a todos. Resulta que este cuadro "Aciano No. 27" pertenece a Diudiu. Para comprárselo, su padre se quedó ciego. Diudiu no quiso verlo, pero le gustó mucho. Jin Jingli decidió no venderlo, sino conservarlo, y Diudiu entró en el mundo de la villa.

Esta historia nos dice que valoremos nuestras propias cosas, lo que me recuerda a mi favorito perdido: el MP3. Todavía recuerdo ese día, estaba tan ansioso que busqué cuidadosamente bajo la fuerte lluvia, busqué en todos los lugares donde podía conseguir reproductores de MP3, pero no pude encontrarlo. La lección que me enseñó esta vez es valorar las cosas, no tirarlas y recordar devolver las cosas usadas a sus lugares originales...

Creo que deberíamos valorar las cosas en el futuro y dejar de Tirando cosas por ahí. Malos hábitos, ¡trabajemos todos juntos!