Un ensayo de 1000 palabras que describe la forma de un cactus
A algunas personas les gustan las rosas de colores brillantes, a otras les gustan las peonías magníficas, pero a mí me gustan más los humildes cactus.
Hay un cactus así en mi balcón.
El cactus es ovalado, de color verde oscuro, como una bola de esmeralda.
Todo el cuerpo está cubierto de espinas afiladas, y el más mínimo toque provocará un dolor desgarrador. Hay algunos cactus pequeños alrededor, que se sienten suaves como bolas esponjosas.
Las flores del cactus son blancas, normalmente florecen por la noche y se marchitan por la mañana. También hay un poco de rosa a su alrededor, como una niña delgada. No es tan buena como todas las flores, sólo muestra su belleza.
También puede curar enfermedades. Una vez me picó un mosquito desagradable en la pierna. Me rasqué fuerte y empezó a sangrar y comencé a llorar. En ese momento, mi madre lo escuchó y rápidamente cortó un cactus con unas tijeras. Pensé, ¿de qué sirve cortar esa cosa? ¿Por qué no aplicar gel de aloe vera? Vi a mi madre sacar la espina, exprimir el agua de mi herida y envolverla con una gasa. Después de unos minutos, mis piernas dejaron de picarme. Mi madre levantó la gasa y vio que la bolsa estaba hinchada. ¡Creo que el cactus, que suele pasar desapercibido, todavía tiene propiedades curativas!
En esta época comencé a prestarle atención a este humilde cactus.
Cactus es totalmente funcional. Colocarlo frente a la computadora puede prevenir la radiación. También es un ambientador natural, que absorbe el dióxido de carbono circundante y embellece el medio ambiente.
¿Por qué florecen otras flores y hojas pero no los cactus? Tengo preguntas. Entonces lo busqué en mi computadora. Resulta que los cactus generalmente crecen en los desiertos, donde el sol es fuerte y llueve poco. Para adaptarse al duro entorno del desierto, degenera de hojas a espinas, lo que puede reducir la pérdida de agua.
Cactus nos atendió sin queja. ¡Qué noble es su carácter! Para sobrevivir en el desierto, desarrolló un espíritu tenaz. ¿No debería valer la pena aprenderlo?