¿Cómo almacenar el ginseng fresco? ¿Es necesario lavarlo?
1. Preservación del suelo. Asegúrese de no quitar la tierra cuando almacene ginseng fresco, porque la piel del ginseng es delgada y se daña fácilmente durante el proceso de limpieza, lo que afecta el tiempo de almacenamiento. El ginseng fresco es un organismo vivo y el propósito del proceso de conservación es reducir la respiración de las plantas y ralentizar el ciclo de descomposición. Por lo tanto, es mejor conservar el ginseng fresco con tierra y barro.
2. Conservación del musgo. Si compra ginseng fresco con musgo fresco como envoltorio de relleno, asegúrese de no tirar el musgo, porque parece muy simple, pero de hecho, el musgo se puede utilizar como envoltorio para formar un sistema de control de humedad en el espacio de almacenamiento. Esto proporciona un entorno de almacenamiento irreemplazable para el ginseng fresco que es sensible a la humedad, siempre que el musgo se mantenga húmedo.
3. Conservar refrigerado. Este es un método comúnmente utilizado por las familias. Refrigerado a una temperatura entre 1°C y 5°C (debido a que el agua a 0°C es una mezcla de hielo y agua, los cristales de agua dañarán las células vegetales), y la densidad de humedad es máxima a 4°C. Envuélvalo en una bolsa de papel absorbente o no tejido y colóquelo en una bolsa de conservación. Está estrictamente prohibido guardarlo en el frigorífico o congelador, lejos del agua y la sal. Combine el primer y segundo método y coloque el ginseng envuelto en musgo en una bolsa de plástico. Colóquelo en una caja aislada en el refrigerador. La temperatura se controla entre cero y cinco grados bajo cero. Compruébelo periódicamente cada medio mes. Puede almacenarse durante unos 80 días.
4. Cortar y remojar en miel. Prepare con anticipación un frasco de vidrio con cierre hermético y una botella de miel. Corta de 2 a 3 ginseng frescos en rodajas finas y extiéndelas uniformemente en el frasco. Vierte un poco de miel hasta que cubra la parte superior de las rodajas de ginseng. Cubre el frasco y déjalo reposar durante la noche. ¡Al día siguiente, las nutritivas y deliciosas rodajas de ginseng están listas! El dulce aroma de la miel puede neutralizar el sabor ligeramente amargo del ginseng fresco y, junto con el ginseng, puede hidratar los pulmones, eliminar la flema y nutrir la piel. Es muy adecuado para el consumo en las estaciones secas de otoño e invierno.