Red de conocimiento de recetas - Marca de vino tinto - No todas las frutas son deliciosas. ¿Sabes cuáles son extrañas y desagradables?

No todas las frutas son deliciosas. ¿Sabes cuáles son extrañas y desagradables?

Cada uno puede pensar que lo que le gusta comer es delicioso, pero puede que a los demás no les resulte delicioso porque cada uno tiene gustos diferentes. Por eso creo que hay muchas frutas extrañas y desagradables. Podemos probar la pitaya, aunque no tiene buena pinta, no es una pitahaya. Es algo que huele a calcetines apestosos, además de pepino. Por su apariencia, las nueces de cáñamo son bastante atractivas. Cuando se comen nueces de cáñamo, básicamente se comen bañadas en miel. En cuanto a su apariencia, se parece más a una flema verde y su sabor es aún menos apetitoso. Por supuesto, esto también depende del gusto personal. Cada uno tiene gustos diferentes. Por ejemplo, a algunas personas les gusta comer durian. Por eso algunas personas se sienten incómodas cuando huelen durian.

El aguacate es un fruto de escaso valor y mal sabor. Sólo desde fuera no tiene buena pinta. Por supuesto, si trituras el aguacate y lo comes con yogur o miel, puedes mejorar mucho su sabor y volverlo agridulce. En resumen, creo que el aguacate es una fruta difícil de comer, pero tiene un alto valor nutricional y es una fruta relativamente buena.

También existe el fruto del ginseng, conocido como el "Rey del Cáncer". Debido a que es rico en una variedad de oligoelementos: selenio, hierro, calcio, zinc, etc., puede activar las células humanas y mejorar la inmunidad. Sin embargo, el sabor de la fruta del ginseng es único: tiene un sabor crujiente, tierno y jugoso, y no es ácido, astringente ni amargo. Es como beber agua corriente y no tiene sabor. La forma de la fruta del ginseng es muy ovalada o de corazón.

También existe una especie de ginseng rojo, llamado lichi rojo. Su pulpa es muy parecida a la del lichi, por eso la gente lo llama así. El rambután es de apariencia roja y tiene muchas cosas parecidas a espinas que crecen en él. Es largo, no duro y suave al tacto, y no le pinchará las manos, porque cuando se come rambután verde, el sabor es simplemente "amargo".