¿Qué frutas pueden comer los gatitos?
1. El valor nutricional de las frutas
Las frutas son ricas en vitaminas, minerales, fibra y otros elementos beneficiosos, que ayudan a los gatitos a mantener un físico saludable.
Por ejemplo, las frutas ricas en vitamina C pueden mejorar la inmunidad de los gatitos; las frutas ricas en vitamina A pueden proteger la visión de los gatitos; las frutas ricas en calcio pueden ayudar a los gatitos a desarrollar huesos fuertes.
2. Frutas que pueden comer los gatitos
Los gatitos pueden comer algunas frutas blandas, como sandía, plátano y papaya. Estas frutas son fáciles de digerir y además aportan mucha agua.
Puedes permitir que tu gatito coma algunas frutas con piel, como manzanas, peras, etc. Pero tenga cuidado de quitar el corazón y las semillas del interior para evitar asfixia o indigestión.
Algunas frutas con alto contenido en azúcar, como uvas, pasas, etc., no son aptas como alimento para gatitos. Porque consumir demasiada azúcar puede provocar obesidad y problemas de salud en los gatitos.
3. Precauciones con las frutas
Los gatitos deben prestar atención a los siguientes puntos al comer frutas:
1) Cómelas con moderación. El consumo excesivo de fruta puede provocar problemas digestivos como diarrea en los gatitos.
2) Evita comer frutas tóxicas. Por ejemplo, las uvas y los caquis pueden tener efectos adversos en el hígado de los gatitos.
3) Come bien. Como se mencionó anteriormente, elimine las sustancias nocivas como huesos y semillas, y evite comer frutas que contengan aditivos.
4. Los gatitos no son aptos para comer frutas
Además de las frutas con alto contenido de azúcar y frutas venenosas mencionadas anteriormente, las siguientes frutas no son aptas para el consumo de gatitos:
1) Cítricos. Los pomelos y las naranjas contienen ácido cítrico, que puede provocar fácilmente síntomas gastrointestinales.
2) Frutas tropicales. Los alimentos como la piña y el mango tienen un sabor ácido y pueden irritar fácilmente la boca y el tracto gastrointestinal del gatito.
3) Frutos reactivos. Por ejemplo, las fresas y los arándanos tienen un sabor amargo y pueden provocar fácilmente úlceras orales y enfermedades del tracto digestivo.