¿Podemos seguir comiendo cangrejos reales muertos?
No se recomienda comer cangrejo real después de muerto, ya que puede provocar fácilmente una intoxicación alimentaria. El cangrejo real es una criatura marina que se alimenta de plantas acuáticas, peces y camarones, por lo que contiene más microorganismos y bacterias. Después de que muere el cangrejo real, las bacterias y microorganismos del cuerpo se multiplicarán y se extenderán por la carne del cangrejo, descomponiendo una gran cantidad de proteínas y produciendo histamina, que es altamente tóxica.
Normalmente, cuanto más tiempo pasa muerto un cangrejo, más toxinas se acumulan en su organismo. Incluso si el cangrejo real muerto se cocina a alta temperatura o se fríe a temperatura ultraalta, el impacto de las toxinas en la salud humana no se puede eliminar por completo. El cangrejo real no es el mismo tipo de cangrejo, pero es rico en proteínas, sodio, calcio, fósforo, vitaminas y otros nutrientes, que pueden complementar los nutrientes que necesitan las células humanas. Sin embargo, hay muchas sustancias tóxicas en las mejillas y las partes gastrointestinales de las conchas, así que tenga cuidado de evitar comerlas.
Introducción a los Cangrejos Reales
Los cangrejos reales también son llamados cangrejos moros o cangrejos de roca, que son crustáceos de cangrejos moros. No son cangrejos reales y se distribuyen principalmente en mares fríos. Debe su nombre a su enorme tamaño y se le conoce como el "Rey de los Cangrejos". Los cangrejos reales son cangrejos de aguas profundas que viven a una profundidad de 850 metros y con una temperatura del agua viva de 2 a 5 °C. La temperatura del agua más baja a la que pueden sobrevivir los cangrejos reales es de 1,4 grados centígrados.
No es lo mismo cangrejo que el cangrejo real, por favor no lo confundas. Debido a su gran tamaño y su deliciosa carne, muchas especies se capturan ampliamente como alimento, la más común de las cuales es el cangrejo moro de Kamchatka. En septiembre de 2011, los científicos descubrieron más de 10.000 cangrejos reales gigantes en una cuenca de lodo a 850 metros por debajo de la plataforma continental de la Antártida.