Red de conocimiento de recetas - Se unen a la olla caliente - ¿Son realmente los "Diez aditivos alimentarios más peligrosos"?

¿Son realmente los "Diez aditivos alimentarios más peligrosos"?

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. anunció recientemente una lista de aditivos alimentarios que enumera hasta 3.000 elementos. Aunque la mayoría de ellos son seguros, la revista estadounidense "Men's Health" resumió una serie de estudios basados ​​en. Según los resultados, se enumeran los diez aditivos más nocivos.

Poliéster de sacarosa: Una grasa artificial con cero calorías muy utilizada en patatas fritas y postres. Los estudios han encontrado que el consumo prolongado de poliéster de sacarosa puede interferir con la absorción por parte del cuerpo de nutrientes importantes: licopeno y carotenoides, que pueden protegerlo de enfermedades cardíacas, cáncer de próstata y otras enfermedades. Además, puede provocar obesidad y diarrea.

Colorante caramelo: Se encuentra en bebidas como la cola y el café, así como en salsas y tartas. Si se obtiene directamente calentando azúcar, no es perjudicial. Pero si se añade amoníaco durante el proceso de fabricación, se pueden producir carcinógenos.

Sacarina: Es un edulcorante artificial que se encuentra en bebidas, gelatinas y otros alimentos. Los estudios han descubierto durante mucho tiempo que la sacarina puede promover el cáncer de vejiga en ratones. Un estudio de 2008 también señaló que la sacarina puede provocar obesidad fácilmente si reemplaza el azúcar. Según la normativa de nuestro país, no se permite añadir sacarina a los alimentos para bebés.

Bromato de Potasio: Ayuda a que el pan suba durante el horneado y también se puede utilizar en la elaboración de harina. Sin embargo, los estudios han encontrado que causa cáncer de próstata y riñón en ratones. El 1 de julio de 2005, China prohibió completamente el uso de bromato de potasio en la harina.

BHA y BHT: El hidroxianisol butilado (BHA) y el hidroxitolueno dibutilado (BHT) son antioxidantes y conservantes respectivamente. El BHA es potencialmente cancerígeno y el BHT es menos peligroso, pero los experimentos con animales también han descubierto que puede causar cáncer. Curiosamente, estos dos químicos no son esenciales para la fabricación de alimentos. En la mayoría de los casos, pueden ser reemplazados por vitamina E. El BHA se usa generalmente en alimentos grasos y alimentos ricos en grasas. Cuando se usa junto con BHT, puede extender la vida útil de los alimentos de carpa, pollo y tocino congelado.

Aceite vegetal hidrogenado: Las grasas hidrogenadas son grasas trans. Según una investigación de la Universidad de Harvard, cada año se producen hasta 7.000 ataques cardíacos en Estados Unidos provocados por el consumo de grasas trans. Las grasas trans son muy utilizadas en panes, pasteles, galletas, papas fritas, mates de café, batidos, etc.

Sulfito: Es un conservante que mantiene los alimentos con un aspecto fresco y se utiliza más comúnmente en la industria del alcohol. Sin embargo, algunas personas, especialmente aquellas con asma, pueden experimentar síntomas como dificultad para respirar cuando se exponen a él, por lo que las personas con alergias deben usarlo con precaución.

Azocarbonamida: muy utilizada en la producción de espumas plásticas y en la fabricación de alimentos, suele utilizarse como agente espumante para mejorar la elasticidad y dureza de la masa. Después de resumir 47 estudios, la Organización Mundial de la Salud concluyó que puede desencadenar síntomas de asma y recomendó consumir lo menos posible.

Carragenano: emulsionante y espesante extraído de algas y utilizado en jaleas, gomitas, helados y lácteos. Los experimentos con animales han demostrado que está relacionado con el cáncer, problemas de colon y úlceras, pero no se sabe si es perjudicial para los humanos.

Sulfato de amonio: Esta sal inorgánica se suele utilizar para cultivar levaduras y también se añade a los fertilizantes de cultivos. Cuando se utiliza como aditivo alimentario, es principalmente un acondicionador de masa. Aunque los experimentos con animales muestran que no es cancerígeno, algunos estudios han encontrado que puede irritar los ojos y la piel humanos.