Cómo tratar un esguince de rodilla
Parte 1: Seguir la terapia de protección, reposo, compresa fría, compresión y elevación.
1. Rodilleras. Una vez que su rodilla se lesiona, debe protegerla inmediatamente para evitar más lesiones. No continúe moviéndose ni moviéndose después de un esguince, ya que esto puede agravar el esguince. Si es posible, siéntese inmediatamente después de la lesión para aliviar la presión de la rodilla. Si se torce en un entorno empresarial, puede pedirle a alguien que le ayude a consultar a un médico. No camines demasiado hasta que hayas determinado la gravedad del esguince.
Consultar a un médico lo antes posible. Como tratamiento más común para los esguinces, su médico puede pedirle que siga los pasos restantes de terapia de protección, reposo, frío, compresión y elevación. Si el esguince es grave, asegúrese de seguir exactamente los consejos de su médico.
2. Dale un descanso a tus rodillas. En las primeras 48 horas después de un esguince, lo más importante es descansar la rodilla para que los ligamentos tengan tiempo suficiente para sanar y repararse por sí solos. Es posible que su médico le recomiende no utilizar la rodilla durante los primeros días después de la lesión. Es posible que le proporcione muletas para este fin. Si no puede mantener la rodilla quieta durante los primeros días después de la lesión, su médico puede recomendarle inmovilizarla con una férula o un aparato ortopédico.
3. Aplicar hielo en la rodilla. En los primeros días después de la lesión, use hielo para enfriar la rodilla para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Coloque cubitos de hielo o hielo picado en una bolsa de plástico sellada, o saque una bolsa de verduras congeladas del congelador, envuélvala en una toalla o paño y aplíquela sobre las rodillas durante 20 minutos cada vez, de 4 a 8 veces al día. No aplique compresas frías durante más de 20 minutos seguidos, de lo contrario podría provocar congelación.
También puedes utilizar compresas frías en lugar de hielo.
Usa bolsas de hielo durante 48 horas o hasta que la hinchazón desaparezca.
4. Presione las rodillas. Para reducir la hinchazón, se debe comprimir la rodilla durante los primeros días después de la lesión. Puedes envolver tu rodilla con una venda elástica o una banda elástica. El vendaje debe estar lo suficientemente apretado como para sostener la rodilla y evitar que se mueva, pero no tan apretado como para bloquear la circulación. Desabroche el vendaje mientras duerme para mantener suave la circulación en la rodilla y evitar que la rodilla se mueva demasiado mientras duerme.
El vendaje se puede retirar pasadas 48 horas, pero si la hinchazón de la rodilla persiste en este momento, tu médico puede recomendarte que la mantengas vendada durante un tiempo.
5. Levantar la rodilla lesionada. Mantenga la pierna elevada tanto como sea posible durante los primeros días después de un esguince. Eleve las rodillas por encima del corazón para reducir el flujo sanguíneo y la hinchazón de las rodillas. Cuando esté acostado boca arriba o sentado, coloque dos o tres almohadas debajo de la rodilla torcida de modo que la rodilla quede por encima del nivel del corazón. La altura de la rodillera depende de su situación. Sentarse requiere más almohadas que acostarse.
Parte 2: Uso de otros tratamientos.
Utilizar compresas calientes después de 1 y 72 horas. Después de 48 a 72 horas de protección, descanso, compresas frías, compresión y elevación, se pueden utilizar otros tratamientos para aliviar el dolor y la hinchazón. Utilice una almohadilla térmica o una compresa para aliviar la rigidez y el dolor de la rodilla. Aplique una compresa caliente durante 20 minutos cada vez, 4 veces al día o según sea necesario. Esto puede ayudar a relajar los músculos de la rodilla que han estado en reposo durante 3 días. También puedes aplicar calor en las rodillas en una sauna, jacuzzi, jacuzzi o jacuzzi.
No calentar las rodillas durante 72 horas. La aplicación prematura de calor dañará la rodilla y aumentará el flujo sanguíneo en la rodilla, provocando sangrado y agravando la hinchazón durante la curación inicial.
2. Utilizar analgésicos orales. Los medicamentos de venta libre pueden ayudarlo a combatir el dolor durante el proceso de curación de la herida. Si el dolor es intenso e insoportable, puedes tomar ibuprofeno o paracetamol.
Pruebe marcas comunes de ibuprofeno, como Edwell y Motrin, y la marca de acetaminofén Tylenol.
También se pueden utilizar fármacos antiinflamatorios como el naproxeno. Marcas como el naproxeno sódico están disponibles sin receta.
Si el dolor y la hinchazón de la rodilla duran más de una semana, pide a tu médico que te recete medicamentos antiinflamatorios.
3. Procura utilizar crema antiinflamatoria local. Si no desea tomar analgésicos orales, puede aplicar ungüentos tópicos para aliviar el dolor. Puede comprar un ungüento que contenga ibuprofeno en las farmacias, pero es mejor aplicarlo después de que el dolor se haya aliviado ligeramente, porque la eficacia del ungüento de ibuprofeno tópico no es tan obvia como la de los medicamentos orales y no tiene ningún efecto sobre el dolor intenso. Algunos ungüentos son medicamentos recetados. Si es necesario, puedes pedirle a tu médico que te lo recete.
4. Evitar el consumo de alcohol. No beba bebidas alcohólicas mientras se recupera de la lesión, especialmente en los días previos a la lesión. El alcohol reduce la capacidad del cuerpo para curarse y estimula la inflamación y la hinchazón. Hable con su médico antes de empezar a beber nuevamente para asegurarse de que la herida esté casi curada y que el alcohol no obstaculice la recuperación.
Parte 3: Rehabilitación de la articulación de la rodilla
1. Cuando su rodilla haya sanado lo suficiente como para poder moverla nuevamente, su médico puede pedirle que realice ejercicios para restaurar la movilidad de su rodilla. El propósito del ejercicio es prevenir la rigidez de la articulación de la rodilla, mejorar la fuerza, ampliar el rango de movimiento y aumentar la flexibilidad. El ejercicio se centra principalmente en el entrenamiento del equilibrio y el entrenamiento de fuerza, y es necesario hacer ejercicio varias veces al día para mejorar gradualmente. El tipo y la duración del ejercicio dependen de la extensión de la lesión. Si el esguince de rodilla es grave, el tiempo de ejercicio será relativamente largo. Puede preguntarle a su médico cuánto tiempo debe hacer ejercicio.
2. Se puede realizar fisioterapia si es necesario. Si la lesión es realmente grave, es posible que necesites acudir a un fisioterapeuta o realizar algo de fisioterapia en casa. En la mayoría de los casos, esto es innecesario, pero en algunos casos, se requiere la curación completa de los ligamentos de la rodilla para devolver la rodilla a su estado anterior. El tipo de ejercicio depende del alcance de la lesión, pero todos estos ejercicios están diseñados para reducir la rigidez y la hinchazón de la rodilla y permitir que la rodilla recupere su rango completo de movimiento sin dolor.
3. Aumente gradualmente la cantidad de ejercicio. En las primeras semanas después de una lesión, su médico puede recomendarle que regrese a su rutina habitual de ejercicios sin la ayuda de vendajes, muletas ni soportes. Al mismo tiempo, le hará relajarse al principio para probar la fuerza, la flexibilidad y el rango de movimiento de su rodilla lesionada. Si no siente dolor durante el procedimiento, puede reanudar sus actividades normales, incluidos deportes y otras actividades físicas.
4. Realizar cirugía si es necesario. En casos raros, los médicos pueden decidir que es necesaria una cirugía. Uno de los principales motivos de la cirugía es reparar el ligamento cruzado anterior (LCA), que se encuentra dentro de la rodilla y la ayuda a moverse hacia adelante y hacia atrás. Por ser un ligamento integral, una vez roto, desgarrado o lesionado hay que repararlo de la mejor manera posible. En el caso de los atletas, la cirugía del ligamento cruzado anterior generalmente es necesaria para restaurar el rango y la fuerza de la rodilla. Si más de un ligamento está dañado en la rodilla, también se requiere cirugía porque a los ligamentos les resulta demasiado difícil repararse por sí solos.
En general, la cirugía es el último recurso. Muchas veces se recomienda probar otros tratamientos antes de la cirugía.