Siete tabúes dietéticos a los que las mujeres embarazadas deben prestar especial atención.
El té debe tomarse con moderación.
La teofilina del té puede afectar al corazón de las mujeres embarazadas y de los fetos. Beber en exceso puede provocar movimientos fetales frecuentes e incluso poner en peligro el crecimiento y desarrollo del feto.
Las bebidas y el alcohol deben consumirse con precaución.
Las bebidas que contienen cafeína y el alcohol pueden provocar daños en el cerebro, el corazón y el hígado de las mujeres embarazadas y de los fetos, afectando al desarrollo normal del feto.
Hay que controlar los alimentos con vinagre.
Ingerir una gran cantidad de alimentos ácidos puede provocar un desequilibrio ácido-base en el organismo, provocar fatiga materna, afectar el desarrollo normal del feto y, en casos graves, puede provocar malformaciones fetales.
Come menos glutamato monosódico.
El glutamato de sodio del glutamato monosódico consumirá zinc en el cuerpo, que es muy importante para el crecimiento y desarrollo del feto. Las mujeres embarazadas deben intentar comer menos glutamato monosódico.
No es aconsejable comer demasiado espino.
El espino tiene un efecto de contracción del útero, y comer grandes cantidades puede provocar un aborto espontáneo.
Se deben evitar los condimentos picantes.
El consumo excesivo de especias y alimentos picantes puede provocar estreñimiento y aumentar el riesgo de consecuencias adversas como movimientos fetales y desarrollo fetal anormal.
Evitar el contacto excesivo con detergentes.
Los ingredientes químicos de los detergentes pueden dañar los óvulos fertilizados y provocar abortos espontáneos. Las mujeres embarazadas deben evitar el contacto excesivo con detergentes.