Cuando regresaste a casa durante las vacaciones de invierno, ¿qué alimentos te hicieron revivir el sabor del hogar?
El primero son las empanadillas. Las albóndigas son una de mis comidas favoritas, pero solo las hechas por mi madre pueden hacerme sentir como en casa. Las cosas que compro en el supermercado siempre me resultan desconocidas y no tan deliciosas como las bolas de masa que preparo yo mismo. Así que el primer día de vacaciones compré carne y verduras y preparé bolas de masa con mi madre en casa. Las bolas de masa que hice estaban particularmente deliciosas, muy deliciosas. Cuando siento nostalgia, preparo bolas de masa con mi madre y la sensación de estar en casa regresa.
El segundo son tomates fritos con huevos. Para ser honesto, aunque suelo comprar tomates y huevos revueltos cuando como con mis compañeros de cuarto en la escuela. Pero siempre siento que la comida que se cocina en la escuela no es tan deliciosa como la que se cocina en casa. Los tomates fritos de papá siempre tienen un sabor muy encantador. Puedo comer un plato grande yo solo. Este plato es lo que más extraño cuando salgo, por eso hago huevos revueltos con tomate casi todos los días cuando llego a casa.
El tercero son las nueces. Hablando de nueces, pienso en mi último año de secundaria. Mi madre viene a verme al colegio todas las semanas y me trae muchas nueces para comer. En aquella época mi familia era pobre y las nueces eran lo mejor. Mi madre dijo que estaba cansada de estudiar y que necesitaba reponer mi cerebro. Hasta ahora, cada vez que veo nueces, el olor familiar siempre me recuerda a mi hogar. El hogar es hermoso y este tipo de comida se ha convertido en un recuerdo para mí. A menudo lo recomiendo a mis amigos cuando salgo.