¿Cuáles son los beneficios de comer nueces y semillas de sésamo negro para las mujeres embarazadas?
Mijo y maíz El mijo y el maíz son ricos en proteínas, grasas, calcio, caroteno y vitaminas. Son alimentos básicos útiles para fortalecer el cerebro. Los mariscos pueden proporcionar sales inorgánicas y oligoelementos como calcio, yodo, fósforo y hierro que el cuerpo humano absorbe y utiliza fácilmente y son extremadamente eficaces en el crecimiento y desarrollo del cerebro. El arroz y la harina pierden muchos de sus ingredientes saludables para el cerebro durante el proceso de refinación. Nueces Las nueces son ricas en nutrientes. Según cálculos, 500 gramos de nueces equivalen a 2. Cinco kilogramos o cuatro kilogramos de huevos. El valor nutricional de 75 kilogramos de leche es particularmente beneficioso para las células nerviosas del cerebro. Las últimas investigaciones sobre el DHA muestran que el DHA ayuda al crecimiento y desarrollo de las células de los conos del cerebro fetal y de los bastones de la retina, sentando una buena base para la visión. Por ello, se recomienda que las mujeres embarazadas comiencen a suplementar adecuadamente con DHA a partir del cuarto mes de embarazo. Durante el embarazo, el DHA optimiza la composición de los fosfolípidos en las células piramidales del cerebro fetal. Especialmente después de que el feto tiene cinco meses, si se estimulan artificialmente la audición, la visión y el tacto del feto, las neuronas en el centro sensorial de la corteza cerebral fetal crecerán más, lo que requiere que la madre suministre más al feto en el momento del parto. mismo tiempo. Aceite de nuez El aceite de nuez contiene una gran cantidad de ácido linoleico y la ingesta de ácido linolénico es más importante. Esto se debe a que el ácido linolénico es importante para la salud del cerebro, la retina, la piel y la función renal del feto. La deficiencia crónica de ácido linolénico puede afectar la atención y el desarrollo cognitivo.
El periodo que va desde la semana 26 de vida fetal hasta el segundo año después del nacimiento es la etapa más importante para el desarrollo del cerebro y la retina humanos. Debido a que la madre es la principal proveedora de nutrición para el feto y el bebé, las madres durante el embarazo y la lactancia deben prestar especial atención.