Cómo hacer gelatina
Parte 1: Picar y hervir fruta
1. Prepara gelatina de cocción rápida con jugo sin azúcar. Se llama "cocción rápida" porque usar jugo en lugar de trozos de fruta fresca elimina varios pasos. Elija jugos sin azúcar ni calcio añadidos. Antes de comprar suficiente jugo, decide la receta que quieres utilizar. En términos generales, con 710-950 ml de jugo se obtendrán aproximadamente 5 1/2 latas de gelatina.
Si estás usando jugo de frutas, puedes pasar directamente a la Parte 2, "Agregar azúcar y pectina".
2. Utilice frutas o bayas maduras de temporada para hacer gelatina cocida a fuego lento. ¡Siéntete libre de mezclar tantas frutas como quieras! Manzanas, naranjas, bayas, ciruelas, uvas y albaricoques son buenos ingredientes para hacer gelatina. La mejor gelatina se elabora con frutas completamente maduras. Si compra fruta verde, espere hasta que esté madura antes de usarla para hacer gelatina. También puedes combinar diferentes hierbas frescas con frutas, como albaricoque con romero, fresa con menta.
La piña, el kiwi, la papaya y el mango son más difíciles de hacer gelatina porque contienen ciertas enzimas que impiden que la pectina cuaje.
3. Lavar la fruta y cortarla en trozos pequeños de unos 2,5 cm. La gelatina es relativamente húmeda y puede generar bacterias fácilmente, así que asegúrese de lavar todas las frutas que planea usar, secarlas con un paño limpio o una toalla de papel y cortarlas en trozos pequeños sobre una tabla de cortar limpia. Si la fruta que estás usando es pequeña para empezar, como arándanos o uvas, no es necesario cortarla. Cortar en trozos pequeños es sólo para permitir que el jugo de la fruta se cocine lo más rápido posible.
No es necesario pelar, descorazonar ni quitar semillas a la fruta. Añaden sabor al jugo, que se filtra más adelante en el proceso de elaboración.
4. Triturar la fruta con una cuchara de madera o un machacador de patatas. Coloque los trozos de fruta cortados en un tazón grande y limpio y tritúrelos hasta que queden sueltos y jugosos. Cuanto más jugo saques ahora, más corto será el tiempo de cocción más adelante. Este paso es sólo para ablandar la fruta y hacer que sea más fácil exprimirla. Si no desea hacer esto, puede omitir este paso.
5. Hervir todas las frutas a fuego medio-bajo durante 20-30 minutos. Agrega la cantidad deseada de fruta a la olla según las instrucciones de la receta. Por ejemplo, de 4300 ml de albaricoques se obtendrán aproximadamente 1400 ml de zumo. Agrega todas las partes de la fruta a la olla, incluida la piel, las semillas o el corazón. Cubra y cocine a fuego lento durante 20-30 minutos. Lo mejor es utilizar una olla de acero inoxidable o cobre. Otros tipos de metales pueden reaccionar con la acidez de la fruta, dando a la gelatina un sabor ligeramente metálico.
6. Cuela el jugo a través de una gasa y viértelo en una taza medidora de vidrio. Usando una taza medidora de vidrio grande, asegure la estopilla al borde con una banda elástica y presione el centro hacia el fondo del frasco. Saque con cuidado el jugo del frasco sobre la estopilla y deje que gotee naturalmente sin apretarlo con las manos. Cuando esté listo, la parte superior de la estopilla quedará cubierta con las cáscaras de la fruta y el resto de la porción no líquida. Después de colar el jugo de la estopilla, puedes desechar el residuo o colocarlo en el contenedor de abono.
Parte 2: Añade azúcar y pectina
1. Vierte el jugo y la pectina en una olla limpia. Presta atención a la cantidad de jugo y pectina que indica la receta. Normalmente se utiliza 1 paquete o 90 ml de pectina en polvo. Si usas jugo envasado para hacer gelatina, comienza aquí.
Puedes encontrar pectina en el departamento de repostería de tu supermercado. Fija la gelatina.
2. Hervir el jugo y la pectina, luego agregar el azúcar. Remueve la gelatina constantemente, vertiendo el azúcar deseada de uno en uno. Normalmente se necesitan entre 180 y 240 ml de azúcar por cada 240 ml de zumo. Coloque un guante de cocina o una agarradera entre el mango de la olla y su mano para evitar quemarse.
3. Hervir y remover la gelatina durante 1 minuto hasta que la temperatura alcance los 104 grados centígrados. Asegúrate de revolver constantemente para permitir que el azúcar se disuelva y reaccione con la pectina. Pruebe la temperatura con un termómetro para dulces y no supere los 106 grados centígrados. Un termómetro para dulces se engancha al costado del molde, lo que le permite tener las manos libres para revolver la gelatina.
4. Retirar del fuego y quitar la espuma de la parte superior. Mueva la sartén a una superficie resistente al calor y use una cuchara de madera para quitar la espuma de la parte superior. No mezcle la espuma con la gelatina y no la deje enfriar. Si no desea sacar la espuma, agregue 1,2 cucharaditas de mantequilla blanda después de retirar la olla del fuego.
Introduce una cuchara en la gelatina y observa cómo se separa. Debe romperse en trozos, no en gotas. Si este último es el caso, la consistencia no es la adecuada, puede que sea necesario añadir más pectina o no se está alcanzando la temperatura adecuada.