Tener un ganso en casa es una bendición o una maldición.
Tener un ganso en casa es tan bueno como la forma en que lo tratas y lo cuidas. Los gansos son animales dóciles. Si se les da suficiente comida, agua, luz solar y un refugio seguro, pueden volverse muy amigables y comportarse bien. Pero si no reciben suficiente cuidado y atención, pueden volverse irritables, desconfiados y posiblemente agresivos con los humanos.
Mantener a los gansos en el interior requiere calidez y ventilación para evitar que se sientan solos y aburridos. Si no estás familiarizado con el cuidado de los gansos, habla con una tienda de mascotas o con un veterinario. Además, si tienes niños u otras mascotas en casa, ten cuidado de no dañar a los gansos.
En términos generales, los gansos pueden convertirse en amigos felices y mascotas en su familia si se les cuida adecuadamente, pero si no se les cuida, la buena y la mala suerte para los humanos es inevitable.