¿Dónde crecen los aguacates?
A los aguacates les gusta un ambiente cálido, húmedo y soleado. La temperatura media anual en zonas aptas para el crecimiento del aguacate es generalmente de entre 20 y 26 grados. Los aguacates son originarios de América tropical y también se cultivan en China, Filipinas, la parte sur de la antigua Unión Soviética y Europa central. El precio de mercado de los aguacates es generalmente de 10 a 35 yuanes por kilogramo, y en algunos lugares se venden por pieza. El precio de una pieza es de unos 10 a 15 yuanes, dependiendo de la producción y la variedad.
Dónde crecen los aguacates
El aguacate es una fruta tropical típica apta para plantar en un ambiente cálido, húmedo y soleado. Se requiere que la temperatura promedio anual esté entre 20 y 26 grados y la resistencia al frío es pobre. Si la temperatura es cercana al punto de congelación, se secará. Una pequeña cantidad se cultiva en Guangdong, Hainan, Fujian, la provincia de Taiwán, Yunnan, Sichuan y otros lugares de China.
Características de crecimiento del aguacate
La precipitación media en las zonas productoras de aguacate es generalmente superior a los 1200 mm, con evidentes estaciones secas y húmedas, pero la precipitación media anual supera los 1000 mm, y es No particularmente seco o incluso lluvioso. También puede crecer normalmente en la zona. La precipitación óptima es de 1500-2000 mm.
Entorno de crecimiento del aguacate
Los aguacates generalmente se cultivan en el sur. El período de floración es de marzo a abril en primavera, y el período de madurez es de agosto a septiembre. Por eso, lo mejor es comer aguacates en verano y otoño. El aguacate es una planta amante de la luz, a la que le gustan los ambientes cálidos y húmedos y no tolera el frío. Algunas variedades pueden tolerar temperaturas bajas a corto plazo de 0 grados Celsius, y algunas variedades pueden tolerar temperaturas bajas a corto plazo de menos 6 grados Celsius y son adecuadas para temperaturas promedio anuales de 20 a 25 grados Fahrenheit. Las precipitaciones anuales deben controlarse por encima de los 1.000 mm. Su sistema radicular es muy poco profundo y no soporta vientos fuertes, lo que puede provocar una reducción de los rendimientos. Además, es muy adaptable al suelo.