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¿Cómo mejorar la mala función digestiva?

Una mala función digestiva significa que existen algunos problemas con la capacidad de absorción de los intestinos. Generalmente se manifiesta como distensión abdominal y dolor abdominal. Estar en emociones negativas y negativas durante mucho tiempo también puede causar problemas con la función digestiva del estómago. Aunque este tipo de enfermedad no tendrá un gran impacto en la vida, la disfunción digestiva a largo plazo también puede causar problemas de salud. Las personas con capacidades digestivas débiles son propensas a sufrir problemas gastrointestinales, desnutrición y estreñimiento. Esta situación se puede mejorar con algunos cambios en el estilo de vida.

Mejora tus hábitos alimentarios y céntrate en comidas ligeras. No pruebes demasiadas comidas grasosas y picantes, que provocarán una gran irritación en el tracto gastrointestinal. Una mala función digestiva intestinal significa una mala capacidad para absorber los nutrientes de los alimentos. En este momento, es probable que el cuerpo esté desnutrido, lo que crea un círculo vicioso. Por tanto, puedes consumir más alimentos ricos en fibra dietética, como apio, maíz, boniato, etc. Estos alimentos pueden ayudar eficazmente a la peristalsis intestinal y limpiar las impurezas acumuladas en los intestinos.

Incrementar el ejercicio físico adecuado, como caminar, hacer yoga y caminar, que son relativamente relajantes. Para las personas con mala función gastrointestinal, el ejercicio extenuante no es adecuado. Este tipo de ejercicio puede mejorar la función cardiopulmonar sin suponer una carga excesiva para el cuerpo. Por lo tanto, puede mejorar eficazmente la inmunidad, acelerar la peristalsis intestinal y la circulación sanguínea gástrica. Si persistes durante mucho tiempo, tu función digestiva mejorará gradualmente.

Cambiar los hábitos alimentarios, comer en exceso y no masticar completamente al comer aumentará la carga sobre los intestinos. Por eso, es muy importante comer de forma regular y ligera, y masticar lentamente al comer. Después de masticar bien, será más propicio para la absorción de nutrientes. Comer demasiado rápido no sólo acumulará demasiada comida en los intestinos, sino que también impedirá que los nutrientes se absorban por completo.