Apreciación de un plato de fideos Yangchun
Fe, el oasis en mi corazón: pensamientos desencadenados por un plato de fideos Yangchun
Texto/Escuela vocacional Zhang Jianan Press and Publishing
La novela "Un plato de fideos Yangchun" del famoso escritor japonés Su cuenta la conmovedora historia de una madre y un hijo que aprietan los dientes en la adversidad, se apoyan mutuamente, superan las dificultades y finalmente logran el éxito. La frase del hermano menor en la novela: "No te rindas, trabaja duro y vive una buena vida" incluso grita la firme convicción de madre e hijo de nunca rendirse para lograr sus objetivos. Sí, todas las personas exitosas no lograron el éxito de la noche a la mañana, la mayoría sí. Ostrovsky era ciego, pero escribía con las manos. Beethoven era sordo, pero podía sentir la melodía de la música mordiendo las teclas con los dientes. Si no tenían una creencia firme, ¿cómo podrían saber cómo se templaba el acero? ¿Cómo podrían tener la sinfonía de Beethoven? Mientras una persona tenga fe, hará lo que sea necesario, incluso sacrificará su vida, para lograr sus objetivos ideales.
También se debe a que tenemos una creencia firme en nuestro corazón: "No te rindas, trabaja duro". En la batalla contra el SARS a principios de este año, nuestros "guerreros blancos" fueron las personas más lindas de la nueva era y los ángeles eternos en los corazones de la gente. Esta es una guerra sin pólvora, simplemente porque tienen la confianza para derrotar al SARS y creen, por encima de todo, que es la patria y el pueblo.
La fe fuerte es el oasis en nuestro corazón.
Es precisamente porque creemos que podemos derrotar al SARS que podemos ganar esta guerra sin pólvora. Ahora, nuestra gran patria ha resistido el bautismo de sangre y fuego, y el fénix extiende sus alas y vuela cada vez más alto. La firme convicción de nunca rendirse ha permitido a nuestra patria y a nuestro pueblo avanzar paso a paso de una victoria a otra.
La historia de "Un plato de fideos Yangchun" es la interpretación más poderosa del significado de la palabra "fe" y me inspirará profundamente a nunca rendirme. La fe es un pequeño barco que navega a la deriva en el mar del sufrimiento y navega hacia el otro lado del éxito.
Todo el mundo desea el éxito y trabajar duro para lograrlo es como ir a una tierra santa lejana. El camino es largo y accidentado, y debemos tener la firme convicción de "nunca rendirnos". Balzac lo dijo bien: "La desgracia es el trampolín para los genios, el agua bautismal para los creyentes, el tesoro invaluable para los capaces y el pozo sin fondo para los débiles. Que los jóvenes de nuestra generación nunca defrauden esta gran era".