Composición de semiproposición "Disfrutando () desde los quince años"
Antes de cumplir quince años tenía mucha excitación y miedo de estar sola. Porque estar entre la gente que va y viene siempre me da una sensación de plenitud. Pero a medida que crezco y el entorno cambia, encuentro que la emoción ocupa cada vez más mis ojos, pero me recuerda la soledad de mi infancia. Por eso, durante las vacaciones, reservé una tarde para redescubrir la libertad de estar solo.
Acabo de llegar a casa de la escuela intensiva esta mañana y mi corazón todavía está dando vueltas. Entonces me preparé una taza de té verde. Al ver cómo el té se estiraba, flotaba en el agua y finalmente caía al fondo de la taza, mi corazón se calmó. Era la una de la tarde, la mayoría de la gente estaba tomando un descanso para almorzar y mis padres no estaban en casa. La habitación estaba muy silenciosa excepto por los latidos de sus corazones.
Cogí un libro, encontré una posición cómoda y me recosté en el sofá, tomando té y leyendo. Los días de semana hago esto para matar el tiempo, pero hoy siento esta rara tranquilidad en mi corazón. Una taza de té y un libro, ¿no es éste el romance más sencillo?
Esta tarde, perdí el tiempo en ensueños interminables, dejando que la fragancia del té y los libros fluyera en mi cuerpo y penetrara en mi corazón. Puedo sentir que cada célula de mi cuerpo se relaja gradualmente.
Después de caminar durante mucho tiempo entre la multitud ruidosa y ocupada, el silencio de una tarde me dio un consuelo perdido hace mucho tiempo. En cierto sentido, puede que sea una pérdida de tiempo, pero mientras pasaba la tarde, descubrí que mi estado de ánimo parecía purificarse. El entumecimiento que había durado mucho tiempo también había desaparecido. Esta tarde solitaria no fue tan solitaria ni tan larga como imaginaba, pero me dio una especie de tranquilidad.
Así que, cuando te sientas cansado, cuando tu mente sea demasiado impetuosa, cuando estés perdido en el vasto mar de gente, tómate un tiempo a solas y deja que te ayude a purificar tu mente. Cuando salgas del cansancio y la impaciencia y encuentres el camino a casa, descubrirás que estar solo es también una especie de disfrute.
Desde los quince años me gusta estar solo.