¿Qué significa "dispuesto"?
Como dice el refrán: “Ríndete, ríndete y conseguirás algo”. Esta sencilla frase contiene la sabiduría y la verdad de la vida, porque una persona verdaderamente de mente abierta sólo sabe desapegarse; una persona con verdaderos sentimientos sabrá dar; la gente feliz sabrá darse por vencido; la gente inteligente sabrá las ganancias y las pérdidas. Al buscar las recompensas de la vida, siempre tienen que pagar un precio. Con una comprensión correcta de las ganancias y pérdidas, las personas conocerán las pérdidas inevitables cuando ganen. También sabré recuperarme de la pérdida cuando me sienta perdido.
Los filósofos dicen que no les preocupa la pobreza, ni se alegran de la riqueza y la gloria. Frente a tentaciones coloridas, las personas a menudo miran a su alrededor con demasiada facilidad. A menudo pasan mucho tiempo comprendiendo a los demás y cambiando sus propias ideas, pero ignoran su propio valor y olvidan que comprenderse a sí mismos es lo más importante. Algunas personas utilizan el tiempo de su vida sobregirado para comprar riqueza, pero olvidan que la riqueza no puede recuperar la vida.
En este mundo impío, la belleza de la vida no es que vivamos porque es hermosa, sino que la vida se vuelve hermosa porque estamos vivos.
La oración no puede cambiar a Dios, pero sí a la persona que ora. Muchas personas siempre se fijan metas demasiado altas y terminan siendo pobres toda su vida, pero aún así no tienen posibilidades de éxito. Tener y perder son cosas comunes en la vida. La gente debe aprender a acostumbrarse a perder y ser buena para ganar con ello. Una vez frustrados, su comprensión de la vida se profundiza. Como dice el refrán, después de un incidente, se gana en sabiduría.
Lo que se puede levantar y dejar se llama levantamiento de pesas, y lo que no se puede levantar y dejar se llama gravamen. Hacer lo que amas no significa que la vida sea fácil, pero definitivamente puede ser más emocionante. La sabiduría humana no está enterrada en la experiencia de sus predecesores, sino escondida en el propio corazón.
Convencerme a mí mismo es una victoria de la razón; me conmuevo por mí mismo, que es una sublimación del alma; conquistarme a mí mismo es una especie de madurez en la vida.