¿Cuál es la receta de la Cangreburger que Bob Esponja nunca ha podido robar?
Ketchup, mostaza, platos de cebolla, lonchas de queso, col cruda, hamburguesas de carne y pan rallado, y por supuesto los pepinillos secretos.
Coloca la hamburguesa sobre un trozo de pan, coloca una capa de lechuga, cubre con rodajas de queso, agrega cebolla y pepinillos, luego cubre con tomates, luego ketchup y mostaza, y finalmente cubre con una rebanada de pan. Así se hacen unas ricas hamburguesas de huevas de cangrejo.
De hecho, el prototipo del King Crab es el famoso restaurante americano de comida rápida Burger King. El gran cartel en la puerta en la animación es exactamente igual a un Burger King americano. El producto estrella King Bun vendido por Burger King tiene casi los mismos ingredientes que el King Crab que Bob Esponja prepara todos los días, excepto por las diferentes salsas. Así que si tienes la oportunidad, también puedes ir a Burger King y comer la misma Cangreburger que Bob Esponja.
Y nuestro protagonista Bob Esponja es el chef que hace Cangreburger en el restaurante Krusty Krab. La receta secreta de Cangreburger consiste en una gran sección de código Morse que ha sido cifrada cientos de veces para que sólo las criaturas acuáticas de cuerpo blando como Bob Esponja puedan entenderla instantáneamente.
Debido a que esta receta es tan importante, se esconde en un lugar seguro o misterioso para evitar que los pícaros la roben. Además, en el restaurante Krusty Krab se estipula expresamente que los empleados no pueden memorizar la receta de las hamburguesas de huevas de cangrejo bajo ninguna circunstancia. Entonces, ¿de qué forma hace Bob Esponja las hamburguesas de huevas de cangrejo? Como excelente empleado, le resulta imposible violar las reglas y memorizar las recetas, por lo que no tiene en mente ninguna receta para hamburguesas de huevas de cangrejo, sino la reacción natural del cuerpo al hacer hamburguesas de huevas de cangrejo. Sin embargo, hay muchos episodios de la caricatura en los que el rufián intenta obtener la fórmula del cerebro de Bob Esponja. No es de extrañar que este gángster nunca lo entienda.