Tres formas de saber si el queso azul se ha echado a perder. Tres formas de saber si el queso azul se ha echado a perder.
1. Olor. La mejor forma de saber si el queso azul se ha echado a perder es olerlo. El queso azul fresco tiene un olor fuerte que cambia a medida que envejece. Recoge el queso y huélelo. Si huele a amoníaco, puede que sea malo.
2. Observa el color. El queso azul fresco suele tener manchas de moho azules o verdes. Sin embargo, debes prestar atención a la parte donde el queso se solidifica. La mayoría de estas zonas son blancas, beige o amarillas. Si los trozos coagulados comienzan a ponerse rosados, marrones o verdes, es posible que el queso se haya echado a perder.
3. Pruébalo. Si un trozo de queso azul huele y tiene el mismo color que cuando estaba fresco, también puedes probar el queso para saber si se ha echado a perder. Aunque el queso azul fresco tiene un fuerte olor acre, el queso viejo que ha comenzado a echarse a perder tiene un olor desagradable. En cuanto notes un sabor insoportable, tendrás que tirar el queso.