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Muchas personas en la Tierra no tienen qué comer, entonces ¿por qué seguimos desarrollando el programa espacial?

Ante el enorme coste del programa espacial, es posible que muchas personas se hayan planteado las mismas preguntas. 1970. En 1970, la monja de Zambia Mary Jucunda le escribió al Dr. Stringer, subdirector de ciencia del Centro de Navegación de la NASA, planteándole la misma pregunta. Luego, la NASA publicó esta sincera respuesta con el título "Por qué explorar el universo". Querida hermana Marie Jukunda:

En primer lugar, permítame expresarle mi más sincero agradecimiento a usted y a sus valientes hermanas. el mayor respeto por dedicar sus vidas a la causa más noble de la humanidad: ayudar a otros seres humanos en apuros.

Antes de explicar cómo nuestro programa espacial ayuda a resolver crisis en tierra, quiero contarles una historia. Quiero contarles una pequeña historia real: hace 400 años, había un conde que vivía en un pequeño pueblo de Alemania. Donó una gran parte de sus ingresos a los pobres de la ciudad. Esto es muy admirable. Un día, el conde conoció a un hombre extraño que tenía en su casa un banco de trabajo y un pequeño laboratorio. Trabajó duro durante el día y dedicó algunas horas a investigar por la noche. Molió pequeños trozos de vidrio para convertirlos en lentes. Las lentes molidas se colocan en espejos y se utilizan para observar objetos diminutos. El conde quedó fascinado por este invento, que magnificó las cosas como nunca antes. Invitó al excéntrico hombre a vivir en su castillo y convertirse en discípulo del conde. A partir de entonces podría dedicar todo su tiempo a estudiar estos instrumentos ópticos.

Sin embargo, la gente del pueblo lo sabía. Se quejaron: "¡Todavía estamos sufriendo la peste, pero él está gastando dinero en ese holgazán y en sus pasatiempos inútiles!". ¡Todos estaban enojados! El conde se mostró indiferente.

Así son las cosas. Su trabajo le valió una rica recompensa: el microscopio. La invención del microscopio trajo avances sin precedentes en la medicina y la investigación resultante erradicó la peste y otras enfermedades infecciosas que asolaban el mundo.

El resultado final del dinero que Earl gastó para apoyar esta investigación e invención fue aliviar en gran medida el sufrimiento humano.

La clave para resolver el hambre tiene dos componentes: la producción de alimentos y la distribución de alimentos. La agricultura, la ganadería, la pesca y otras actividades productivas en gran escala involucradas en la producción de alimentos son altamente productivas en algunas partes del mundo y lamentablemente inadecuadas en otras. A través de medios de alta tecnología, como gestión del riego, uso de fertilizantes, pronóstico del tiempo, evaluación del rendimiento, siembra programada, selección de campos, hábitos de cultivo y calendario de cultivo. Los estudios de cultivos y la planificación de cosechas pueden aumentar considerablemente la productividad de su tierra.

Los satélites terrestres artificiales son sin duda la herramienta más poderosa para mejorar estas dos cuestiones críticas. En órbitas muy por encima del suelo, los satélites pueden escanear grandes extensiones de tierra en períodos de tiempo extremadamente cortos. Pueden observar y calcular simultáneamente una serie de indicadores necesarios para el crecimiento de los cultivos, el suelo, las condiciones de sequía, la lluvia y la nieve, etc., y pueden transmitir esta información a estaciones receptoras terrestres para su posterior procesamiento. Resulta que los sistemas satelitales equipados con sensores de recursos terrestres y los correspondientes programas agrícolas pueden generar miles de millones de dólares en rendimientos anuales de cultivos incluso para los modelos más simples.

Los requisitos de precisión y fiabilidad que exige el proyecto de alunizaje no tienen precedentes. Ante requisitos tan exigentes, debemos encontrar nuevos materiales y métodos; desarrollar mejores sistemas de ingeniería con procesos de fabricación más confiables; hacer que los instrumentos duren más e incluso explorar leyes de la naturaleza completamente nuevas;

Las nuevas tecnologías inventadas para el alunizaje también se pueden utilizar para proyectos de ingeniería terrestre. Cada año, aproximadamente mil nuevas tecnologías desarrolladas a partir del programa espacial se utilizan en la vida diaria para crear mejores electrodomésticos de cocina y equipos agrícolas. Mejores máquinas de coser y radios, mejores barcos y aviones, pronósticos meteorológicos y avisos de tormentas más precisos, mejores instalaciones de comunicaciones. Mejor equipo médico. Dispositivos cotidianos aún mejores. Quizás se pregunte por qué se diseñó en primer lugar el sistema de soporte vital para el módulo lunar de los astronautas, en lugar de un dispositivo de lectura de audio para personas con discapacidad auditiva. La respuesta es simple: cuando se resuelven problemas de ingeniería, los avances tecnológicos importantes a menudo no aparecen directamente. Más bien, provienen de la capacidad de inspirar un fuerte espíritu de innovación.

Imaginación encendida y acción decidida, y objetivos desafiantes que reúnen todos los recursos.

Los viajes espaciales son sin duda una tarea desafiante. Un viaje a Marte no proporcionaría directamente alimentos para resolver el problema del hambre. Sin embargo, trae una gran cantidad de nuevas tecnologías y métodos que se pueden utilizar en el programa Mars, y los beneficios serán muchas veces superiores al costo original.

De todas las actividades controladas y financiadas por el gobierno estadounidense, el programa espacial es sin duda el más destacado y controvertido. Aunque representa sólo el 1,6 del presupuesto total, menos de tres milésimas del PNB. Como promotor y catalizador de nuevas tecnologías, el programa espacial realiza investigaciones en áreas de ciencia básica que están destinadas a ser diferentes de otras actividades. En cierto sentido, el programa espacial es comparable en términos de su impacto en la sociedad a las actividades bélicas de hace tres o cuatro mil años.

¡Cuántas guerras se evitarían si los países ya no compitieran por bombarderos y misiles de largo alcance, sino por el rendimiento de las naves espaciales alunizajes! Los ganadores inteligentes estarán llenos de esperanza, los perdedores ya no tendrán que sufrir, ya no se sembrarán semillas de odio y ya no habrá guerras de venganza.

La exploración espacial no sólo proporciona a la humanidad un espejo donde mirarse, también puede traernos nuevas tecnologías, nuevos retos y espíritu emprendedor, así como una actitud optimista y confiada ante la dura realidad. Creo que lo que la humanidad ha aprendido del universo es un testimonio de la famosa cita de Albert Schweitzer: "Miro al futuro con ansiedad pero con esperanza".