¿A qué enfermedad corresponde el cambio de color de las heces?
Los colores normales de las heces son amarillo y marrón. El amarillo es el color producido por la bilirrubina en la bilis y el marrón es causado por la influencia del indol y los compuestos de hierro en las heces. Si come más carbohidratos, sus heces serán amarillas; si come demasiadas proteínas, sus heces serán marrones. Si toma alguna medicina china, el color de sus heces también se oscurecerá. Sin embargo, los alimentos y medicamentos también pueden cambiar el color normal de las heces. Los alimentos con mucha clorofila, los preparados de clorofila, los preparados de hierro (medicamentos para tratar la anemia) y el polvo de carbón pueden volverlo verde o negro. Por lo tanto, también se deben considerar otros factores al juzgar enfermedades según el color de las heces.
La sangre se adhiere a la superficie de las heces;
Cuando la sangre se adhiere a la superficie de una materia fecal tangible como un plátano, se debe considerar que se trata de hemorroides sangrantes. Cuando el sangrado es intenso, puede presentarse en forma de gotitas o aerosoles. Cuando el sangrado es leve, sólo hay sangre en el papel higiénico. Este tipo de sangrado suele ser con sangre, sin pus, y no hay dolor abdominal. También se puede observar sangre en las heces cuando se padecen enfermedades como cáncer de recto, cáncer de colon sigmoide, pólipos intestinales y úlceras rectales. Si las personas mayores que no padecen hemorroides encuentran sangre en las heces, deben acudir al hospital para un examen cuidadoso para determinar si hay cáncer o pólipos.
Heces blandas rojas:
Las heces rojas deben considerarse como sangrado de la mucosa del intestino grueso. Esto es diferente del color rojo de los tomates y las zanahorias no digeridos. Las heces marrones mezcladas con moco y pus son características del sangrado. Si las heces blandas rojas se mezclan con moco y pus, revise la mucosa del intestino grueso para detectar inflamación.
Si la mucosa rectal cercana al ano está muy inflamada, puede ir acompañada de dolor abdominal y aumento de la frecuencia de defecación. Los pacientes que padecen disentería bacilar pueden excretar una pequeña cantidad de moco y sangre en heces irregulares y sin olor fuerte. Sin embargo, los pacientes con disentería amebiana a menudo evacuan heces parecidas a mermeladas y con un olor pútrido.
La disbiosis bacteriana provocada por el uso de antibióticos de amplio espectro también puede provocar enteritis. Por ejemplo, después del uso prolongado de antibióticos para tratar la amigdalitis, la disbiosis puede causar diarrea con sangre repentina.
También existe una enteritis no infecciosa: la colitis ulcerosa, que también cursa con diarrea similar a la disentería en una etapa temprana, pero que se caracteriza por un curso prolongado. A veces acompañado de dolor abdominal. Cabe señalar que el cáncer de colon y recto también puede provocar heces rojas y blandas, que se mezclan con pus y mocos y tienen un olor especial. El paciente defeca con frecuencia y en ocasiones siente urgencia de orinar, seguida de sensación de pesadez. Es fácil confundirse con la colitis ulcerosa en este momento, por lo que conviene acudir a un especialista para que lo examine a tiempo.
Heces alquitranadas:
Cuando hay sangrado abundante (al menos 60 ml de sangre), se observa lentitud en el esófago, estómago, duodeno e intestino delgado. Es negro, brillante y huele mal. Las heces alquitranadas son en su mayoría blandas, pero también pueden tener forma. El sangrado tardío es más común en las úlceras duodenales o gástricas. Además, también se pueden observar sangrado por tumores de la vena esofágica, vómitos persistentes después de comer en exceso y rotura de vasos sanguíneos en la unión de la mucosa esofágica y gástrica. Lo que no se puede ignorar son las úlceras del intestino delgado y el cáncer. A veces se producen heces alquitranadas.
Colores comunes de la diarrea:
Dormir con un resfriado, resfriarse, comer demasiado o tener demasiado frío pueden causar diarrea, principalmente heces de color marrón amarillento. Generalmente no hay fiebre y el dolor abdominal no es intenso. Aunque estos síntomas no son graves, aún se requiere el tratamiento necesario.
Heces sueltas o planas:
Ésta es una señal de peligro. Generalmente en las últimas etapas de la selección rectal, la forma de las heces puede cambiar (más finas y planas) debido a la estenosis intestinal. En este momento, los pacientes suelen ir acompañados de síntomas como distensión abdominal, dolor abdominal, pérdida de peso, debilidad general y pérdida de apetito. Cuando aparecen masas inflamatorias o pólipos de gran tamaño en la cavidad intestinal, se debe acudir al hospital de inmediato.