¿Cuál es el momento más satisfactorio de tu vida?
Creo que el momento más agradable de la vida es cuando la familia se sienta en el kang de tierra, rompe semillas de melón y mira televisión durante las vacaciones de invierno.
Durante las vacaciones de invierno, no hubo mucho trabajo en el campo. Mi hermano y yo no teníamos tarea durante las vacaciones. El Año Nuevo Chino se acercaba y todo estaba lleno de un fuerte ambiente festivo. La familia terminó lo que debía hacer, luego instaló una mesa pequeña en el kang, puso un plato con semillas de melón y naranjas, azúcar y otras cosas. Puedes poner lo que quieras para comer. Encendiendo el televisor, la familia se sentó en la cama de barro y miró el programa.
A veces discutimos la trama en familia, aunque es diferente a los programas que a nuestros padres les gusta ver, nuestra familia prefiere las series de televisión que son más lacrimógenas. En ese momento, mi papá partía semillas de melón y predecía vagamente la siguiente trama. Después de un tiempo, decía algo muy serio, verás, tenía razón, era muy bueno estudiando cuando era joven. En ese momento, mi hermano y yo ya no queríamos hablar con él y seguíamos diciéndole esto todo el tiempo.
A veces escuchaba a mi madre y a mi padre charlar sobre cosas que sucedían en el pueblo. Mi hermano y yo escuchábamos con interés y añadíamos una palabra o dos de vez en cuando. A veces hablamos de cuestiones triviales de la vida, como por ejemplo, ¿ha vuelto a subir el precio de la carne este año? ¿Cuántos pares de coplas debemos comprar este año? Es hora de volver a cambiar este mantel. A veces no es bueno ver el programa de televisión, así que quitamos la comida, conseguimos una baraja de cartas y los cuatro jugamos al póquer. Por supuesto que jugamos para ganar dinero, así que eso es lo divertido.
En este momento me sentiré muy emocionado, esto es realmente feliz y cómodo. Este tipo de charla sin propósito me alivia de todas mis cargas y hace que mi corazón se sienta cálido. El hogar es siempre el refugio más cálido. Cuando estamos con nuestras familias, podemos ser nosotros mismos. No tenemos que preocuparnos por nuestra propia imagen, no tenemos que inclinarnos ante los demás, ni halagarnos a nosotros mismos, y no lo hacemos. No tenemos que usar máscaras falsas. Nos sentimos relajados.