¿Es mejor poner leche o leche de coco en el taro casero?
Hacer bolas de taro caseras es fácil. Preparamos un poco de malanga, boniato morado, una bolsita de harina de tapioca o boniato, una bolsita de agua o leche de coco, frijoles con miel y budín de chocolate. Primero, pela el taro y la batata morada y luego cocínalos al vapor en una olla. El taro al vapor y la batata morada se deben triturar con una cuchara. Ponemos los dados de taro al vapor y boniato morado en cuencos y los trituramos hasta obtener un puré con una cuchara. Luego, vertemos en dos bols la leche y el azúcar, y después añadimos harina de tapioca o boniato. Usamos palillos para revolver suavemente, mezclamos la harina y la pasta de taro hasta formar una masa y luego la amasamos hasta obtener una masa para hacer una masa de camote morado. Prepare una olla de leche, derrita 50 g de mantequilla en la olla, luego vierta la leche de coco o leche y deje hervir, agregue dos cucharadas de azúcar, ponga el taro en la olla y cocine a fuego lento. Cuando el taro flote, pondremos el taro y la leche de coco en un bol, luego agregaremos una cucharada de miel y tres cucharadas de pudín de chocolate, para que quede listo un bol de taro.
Hay muchas cosas a las que hay que prestar atención a la hora de hacer bolas de taro en casa. Las bolas de taro se elaboran con harina de tapioca. No pongas demasiada harina. La proporción entre pasta de taro y harina de tapioca es de uno a uno para que las bolas de taro queden masticables y se puedan cocinar. Si hay demasiada harina de tapioca, tendrá un sabor pegajoso e hinchado, no se verá bien ni sabrá mal. Al cocinar bolas de taro, es necesario utilizar fuego lento para que las bolas de taro cocidas queden suaves y tiernas. Además, el taro se debe cocinar hasta que flote, para asegurar que el interior y el exterior del taro estén cocidos. No cortes el taro en trozos grandes o será difícil cocinarlo. Agregue leche de coco y frijoles dulces al taro cocido y refrigérelo por un tiempo antes de comerlo.
Las bolas de taro son muy masticables y tienen una textura glutinosa especialmente buena. Las bolas de taro regordetas con sopa espesa tienen un sabor especialmente dulce.