Fresas (pequeñas, deliciosas en verano)
El verano es una buena época para comer frutas, y las fresas son una de las frutas favoritas de muchas personas. Esta pequeña y exquisita fruta no sólo es deliciosa sino también rica en valor nutricional. En el caluroso verano, un refrescante postre de fresa no solo puede calmar la sed, sino también aumentar la nutrición corporal y mejorar el verano.
Valor nutricional de las fresas
Las fresas son una fruta rica en nutrientes, rica en vitamina C, vitamina K, potasio, ácido fólico y fibra. Entre ellos, la vitamina C es un importante antioxidante que puede ayudar al cuerpo a resistir el ataque de los radicales libres y mantener una buena salud. Además, las fresas también son ricas en antioxidantes naturales, que pueden retrasar el envejecimiento, prevenir el cáncer y enfermedades cardiovasculares, etc.
Compra y Conservación de Fresas
A la hora de comprar fresas podemos elegir frutas con colores vivos, superficies lisas, frutos regordetes y sin defectos. Además, también podemos oler el aroma de las fresas. Si el aroma es fuerte significa que es fruta fresca. A la hora de conservar las fresas podemos meterlas en el frigorífico, pero no lavar las fresas, de lo contrario se verá afectado el sabor y el tiempo de conservación de las fresas. Antes de comer podemos sacar las fresas y enjuagarlas con agua limpia.
Cómo hacer postre de fresa
Las fresas se pueden comer directamente o utilizar para hacer una variedad de deliciosos postres. A continuación, presentaremos varios métodos comunes para preparar postres de fresa.
Batido de fresa
Ingredientes: 200 gramos de fresas, 200 ml de leche, miel.
Elaboración:
Lavar las fresas, quitarles el corazón y cortarlas en trozos pequeños.
Pon las fresas, la leche y la miel en una batidora y mezcla bien.
Vierte el batido licuado en un vaso y guárdalo en el frigorífico.
Una vez que el batido se haya enfriado, sácalo y bébelo.
Helado de yogur de fresa
Ingredientes: 200 gramos de fresas, 200 gramos de yogur, azúcar.
Elaboración:
Lavar las fresas, quitarles el corazón y cortarlas en trozos pequeños.
Pon en una batidora las fresas, el yogur y el azúcar y mezcla bien.
Vierte el helado batido en el frigorífico y colócalo en el congelador.
De vez en cuando, saca la hielera y revuélvela con una cuchara para evitar que se congele.
Una vez solidificado el helado, lo sacamos y servimos.