¿Te gustaría comer más algas marinas?
En primer lugar, comer demasiadas algas puede provocar intoxicación por arsénico. Porque las algas marinas contienen este elemento que nuestro cuerpo necesita, pero si se toma en exceso, puede provocar intoxicación por arsénico. Por eso debes prestar atención a la hora de comer. En particular, algunos pacientes con hipertiroidismo no pueden comer algas. También hay algunas mujeres embarazadas que prefieren comer menos. Porque la ingesta excesiva de ciertos elementos de las algas marinas puede afectar el desarrollo de la tiroides del feto. Además, algunas personas con el bazo y el estómago débiles comen demasiado, provocando dolor de estómago e incluso vómitos. Algunas personas tienen la piel menos sensible. Está bien comer menos algas. Comer demasiadas algas puede causar dermatitis alérgica. Estas situaciones requieren atención.
Básicamente comemos unas tres veces por semana. Las algas se pueden comer frías o guisadas. Y es mejor cocinarlo bien cada vez, porque las algas en sí no son fáciles de digerir y absorber, por lo que es mejor que las personas con el bazo y el estómago débiles coman menos. En otras palabras, las algas se pueden utilizar como guarnición, no como plato principal.