Qué verduras comer en invierno (nutritivas y ligeras)
Comer batatas en invierno puede fortalecer el bazo y el estómago y nutrir el yin del riñón. Las batatas son uno de los cereales más nutritivos. Debido a que las batatas pueden complementar una gran cantidad de mucina, azúcar, vitamina A y vitamina C para el cuerpo humano, tienen la función de reponer la deficiencia y reponer el qi, fortalecer el bazo y el estómago, fortalecer el yin del riñón, armonizar el estómago y calentar. el estómago y beneficiando los pulmones. Por lo tanto, comer batatas con regularidad puede prevenir la atrofia del tejido conectivo del hígado y los riñones y prevenir la aparición de enfermedades del colágeno.
Comer rábano en invierno puede eliminar las flemas y el calor acumulados. El rábano contiene más agua y vitamina C, además de cierta cantidad de calcio. Según la medicina tradicional china, el rábano es de naturaleza fresca y de sabor dulce. Al ingresar al meridiano del pulmón y del estómago, puede eliminar la acumulación y el estancamiento, resolver la flema, eliminar el calor, impregnar el Qi y desintoxicar. Puede utilizarse para la retención de alimentos, la saciedad y la micción. Se puede observar que el rábano juega un papel importante en la regulación del bazo y el estómago. Por lo tanto, el rábano compite con el ginseng en invierno y tiene un efecto terapéutico auxiliar en enfermedades comunes como la indigestión invernal, el frío, la amigdalitis, la tos, el asma. flema excesiva y dolor de garganta.
Consumir repollo en invierno para potenciar la resistencia. El repollo es rico en vitamina C y calcio. El repollo también contiene más oligoelementos molibdeno y manganeso, que son materias primas necesarias para que el cuerpo humano produzca enzimas, hormonas y otras sustancias activas. Puede promover el metabolismo humano y es muy beneficioso para el crecimiento y desarrollo de los niños. Su gran cantidad de vitamina C puede mejorar la capacidad anticancerígena del cuerpo.
Comer taro en invierno puede fortalecer el bazo y el estómago. El taro es rico en almidón y nutrientes. La textura es suave y tersa, fácil de digerir y tiene el efecto de fortalecer el estómago. Es especialmente adecuado para pacientes con bazo y estómago débiles, enfermedades intestinales, tuberculosis y pacientes convalecientes. Es un buen alimento para bebés, niños pequeños y ancianos.