Es difícil perder peso comiendo pechuga de pollo. ¿Cómo puedo hacerlo delicioso pero no gordo?
Ante esta situación, unos amigos preguntaron ¿cómo hacer deliciosa la pechuga de pollo? Esto no solo puede mejorar el sabor, sino que tampoco hay que preocuparse por ganar peso, matando dos pájaros de un tiro. Primero, puedes usar pechugas de pollo para hacer ensaladas y luego usarlas con otras verduras para reducir la dificultad al tragar las pechugas de pollo. Al comer ensaladas, puedes agregar un poco de salsa para realzar el sabor. Por ejemplo, a mucha gente le gusta comer salsa dulce y picante, o salsa de sésamo, aderezo César, etc. Si utilizas estas salsas con pechugas de pollo, podrás mejorar la textura del corte.
También puedes elegir pechuga de pollo frita. Si fríes pechugas de pollo, el sabor es similar al de los filetes de pollo que se compran afuera. Pero muchas personas temen que al freír las pechugas de pollo se produzca aceite, lo que no les ayudará a perder peso. De hecho, no hay que preocuparse demasiado, porque a la hora de freír sólo hay que untar un poco de aceite en la superficie de la pechuga de pollo y freírla en una sartén para que la piel quede crujiente. Y también puedes espolvorear un poco de comino en polvo o un poco de salsa barbacoa después de freír, para que la pechuga de pollo sepa casi a barbacoa.
El otro método es más problemático, pero también sabe bien. Simplemente marina las pechugas de pollo antes de comerlas, remójalas en la salsa un rato y luego fríelas. La pechuga de pollo así preparada tiene un sabor excelente. Amigos, pueden probarlo. Creo que después de aprender estos métodos, ya no se preocuparán por no poder comer pechugas de pollo.