Red de conocimiento de recetas - Recetas gastronómicas - La salud comienza en la cocina.

La salud comienza en la cocina.

El condimento siempre ha sido fundamental en la cocina diaria. En la naturaleza, muchas plantas con su propia fragancia natural han entrado en la vida de las personas y han aparecido en sus mesas de comedor. De hecho, algunas plantas no son sólo ingredientes y condimentos, sino también una excelente manera de ayudar a las personas a mantenerse saludables y prevenir enfermedades.

A continuación, echemos un vistazo a cómo estos “deliciosos” ingredientes desempeñan un papel en el cuidado de la salud.

En primer lugar, la cebolla, el jengibre y el ajo

Estas tres plantas son sin duda los ingredientes principales de la vida diaria. También son ingredientes muy económicos que preservan la salud. No solo tienen las mismas propiedades de esterilización, alivio del dolor, fortalecimiento del estómago y dispersión del frío, sino que si se usan adecuadamente en la cocina casera, especialmente después de entrar en el frío invierno, también pueden lograr múltiples beneficios para la salud. -efectos conservantes.

Cuando ocasionalmente te resfrías en invierno, las cebolletas pueden ayudar a inducir la sudoración, eliminar la flema, la diuresis y aliviar los incómodos síntomas de los resfriados.

El jengibre es un alimento del mismo origen que la medicina y la comida. No solo puede ahuyentar el frío, sino que también puede ayudar al cuerpo humano a sudar y orinar, ayudar a eliminar toxinas del cuerpo y prevenir y aliviar la aparición y desarrollo de la artritis reumatoide. El jengibre aparece a menudo en platos de pescado y camarones durante la cocción porque tiene las funciones de eliminar el olor a pescado, enfriar, desinfectar y esterilizar.

La alicina no solo tiene el efecto de desinfección y esterilización, sino que también ayuda a descomponer el colesterol en el cuerpo humano, controlar los lípidos en sangre, eliminar los radicales libres y promover la peristalsis intestinal, protegiendo así la salud cardiovascular y cerebrovascular, retrasando envejecimiento y prevención del cáncer intestinal. Sin embargo, las personas con enfermedades oculares, hepáticas y molestias gastrointestinales no son aptas para comer grandes cantidades de ajo crudo. Pueden optar por comer ajo cocido de forma adecuada. Aunque parte de la alicina se pierde después de calentarlo, el ajo cocido también puede calentar el estómago y estimular el yang.