¿Cuál es la diferencia entre lavarse la cara con agua fría y agua caliente?
Para pieles secas, se recomienda lavar la cara con agua fría. Para pieles secas, lávese la cara con agua caliente. No sólo no eliminará el aceite, sino que además hará que tu piel se seque más. A menudo puedes lavarte la cara con agua fría en invierno, pero no te laves la cara con agua helada. Tenga cuidado, ya que el agua helada puede provocar congelación de la piel, adelgazamiento del estrato córneo y sensibilidad de la piel. Al final, las ganancias superan las pérdidas.
Para pieles grasas, se recomienda lavar la cara con agua tibia. El agua tibia ayuda a disolver la grasa y evitar obstruir los poros. Se recomienda controlar el agua tibia entre 38 y 40 grados centígrados, que es más alta que la temperatura del cuerpo humano y no se sentirá caliente. Es propicio para lavarse bien la cara sin preocuparse por dañar la piel.
La piel sensible es la piel más fina del estrato córneo y el estado de la piel es muy inestable. No se recomienda estimularlo en este momento. Elija agua tibia entre 36 y 37 grados centígrados para lavarse la cara. Esta temperatura es cercana a la del cuerpo humano y la piel no la rechazará. Ésta es una temperatura del agua segura y saludable. Además, no todo tipo de piel es apto para lavarse la cara con agua caliente. Lo mejor es elegir agua fría o tibia. El grado de ebullición del agua caliente es básicamente inaceptable.