¿Qué tal si le ponemos sal al agua de flores?
Añadir un poco de sal o azúcar al agua en la que están plantadas las flores, o triturar el filo cuando recién se cortan las ramas de las flores y frotarlas con sal, que es mejor que hervirlas. El azúcar mantiene las flores brillantes y duraderas. Sin embargo, las ramas con cogollos no se deben remojar en agua salada, de lo contrario las flores no florecerán.
El principal componente de la sal es el cloruro de sodio, que es un ion de sal inorgánico indispensable para el crecimiento de las plantas. Desempeña un papel auxiliar en el crecimiento, estimula el transporte de agua y espiritualiza las flores.
Después de que la sal ingresa al agua, el potencial hídrico de la solución acuosa original disminuye y la presión osmótica aumenta, lo que inhibe en cierta medida la formación de paredes celulares microbianas, inhibiendo así su reproducción.