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¿Qué debe comer una mujer recién embarazada?

También es necesario ajustar su dieta cuando está recién embarazada, porque la nutrición durante el embarazo es muy importante. Si la nutrición no se mantiene al día, también puede provocar desnutrición fetal. Pero no complementes demasiada nutrición. Entonces, ¿qué deben comer las mujeres recién embarazadas? ¿Cuáles son las precauciones dietéticas durante el segundo trimestre? El editor a continuación le brindará las respuestas sobre la dieta durante el embarazo.

¿Qué deben comer las mujeres recién embarazadas?

El editor recomienda varias recetas nutritivas, que ayudarán a las futuras madres a complementar los nutrientes que necesitan sus fetos, serán beneficiosas para la salud de las mujeres embarazadas y permitirán que los fetos se desarrollen sana y normalmente. ¿Qué deben comer las mujeres recién embarazadas?

Apio, anacardos y gambas

Materiales de preparación: apio, gambas (rojas), anacardos, sal, pollo en polvo, jengibre, pimienta, aceite vegetal.

Método de elaboración

1. Si son anacardos crudos, calentar primero la olla, verter un poco de aceite, sofreír lenta y continuamente a fuego lento hasta que los anacardos estén cocidos y fragantes. . Si compras anacardos maduros, puedes saltarte este paso.

2. Lavar y secar las gambas, luego marinarlas con un poco de vino de cocción, pimienta blanca y un poco de sal durante 20 minutos.

3. Lavar el apio y cortarlo en gajos.

4. Calentar la olla, verter una cantidad adecuada de aceite, sofreír las rodajas de jengibre hasta que estén fragantes, añadir las gambas y sofreír hasta que estén cocidas, retirar y reservar.

5. Calentar la sartén y verter un poco de aceite. Cuando el aceite esté lo suficientemente caliente como para fumar, agregue los gajos de apio y saltee, luego agregue los camarones, saltee y sazone con sal y pollo en polvo. Agrega los anacardos a la olla y sofríe brevemente.

Sopa de avena y leche. Ingredientes de la receta: 50 gramos de avena cruda, 200 ml de leche. El método específico es poner la avena en una taza con tapa, enjuagarla con una cantidad adecuada de agua hirviendo, taparla y cocinar a fuego lento durante 5 minutos agregar 200 ml de leche caliente al beber; También puedes añadir una cucharada de semillas de sésamo negro fritas al remojar la avena. Consejos de salud: Los cereales tienen el mayor contenido de calcio entre los alimentos básicos. Beberlo con leche y semillas de sésamo negro puede proporcionar un buen suplemento de calcio.

Precauciones dietéticas en el segundo trimestre

El embarazo es un período especial en la vida y tu dieta debe cambiar en consecuencia. Su dieta cambia en consecuencia en cada período. Ahora echemos un vistazo a las precauciones dietéticas durante el segundo trimestre:

La dieta rica en grasas no es adecuada. Una gran cantidad de datos de investigaciones médicas confirman que el cáncer de mama, el cáncer de ovario y el cáncer de cuello uterino tienen tendencias genéticas familiares. Si una mujer embarazada consume una dieta rica en grasas durante mucho tiempo, aumentará el riesgo de que su hija padezca cáncer del sistema reproductivo. Aunque la grasa en sí no causa cáncer, el consumo prolongado de alimentos ricos en grasas aumentará la concentración de ácidos biliares y colesterol neutro en el intestino grueso. La acumulación de estas sustancias puede inducir cáncer de colon. Al mismo tiempo, los alimentos ricos en grasas pueden aumentar la síntesis de prolactina y promover la aparición de cáncer de mama, lo que es perjudicial para la salud de las madres y los bebés.

Come comidas pequeñas con frecuencia y presta atención a tus elecciones dietéticas. En el tercer trimestre del embarazo, debido al crecimiento del feto y la presión del útero sobre el estómago, las mujeres embarazadas a menudo se sienten llenas después de comer menos, pero en realidad no pueden satisfacer la demanda de nutrientes del cuerpo. Por tanto, la organización dietética durante este período debe elegir alimentos de pequeño tamaño y alto valor nutricional, como los alimentos de origen animal, y reducir alimentos de bajo valor nutricional y gran tamaño, como patatas, boniatos, etc. Para algunos alimentos puramente calóricos como el azúcar, la miel y otros dulces, es recomendable comer menos o nada, para no reducir el apetito y afectar la ingesta de nutrientes como las proteínas. ...