Temperatura adecuada para almacenar té
El almacenamiento del té requiere cierto control de la temperatura. La temperatura excesiva acelerará la oxidación de las hojas de té y destruirá la calidad y el sabor de las hojas de té. Sin embargo, una temperatura demasiado baja hará que las hojas de té se humedezcan, afectando el aroma y el sabor de las hojas de té. Por lo tanto, la temperatura adecuada para almacenar el té debe estar entre 20 y 30 grados centígrados.
Además, se debe prestar atención a los siguientes puntos al almacenar té: 1. El té debe almacenarse en un lugar fresco, seco y bien ventilado para evitar la influencia de la luz y los olores. En segundo lugar, los diferentes tipos de té requieren diferentes condiciones de humedad, y la humedad de almacenamiento debe determinarse según el tipo y el envase del té. Por último, el material de embalaje del té también es muy importante. Es necesario elegir materiales de embalaje con buen sellado, resistentes a la humedad y antioxidantes.
Factores que afectan al té
1. Clima: El clima es uno de los factores importantes que afectan la calidad del té. El crecimiento del té requiere condiciones climáticas adecuadas, que incluyen suficiente luz solar, lluvias moderadas y una temperatura adecuada. Las diferentes variedades de árboles de té tienen diferentes requisitos climáticos y es necesario seleccionar las condiciones climáticas adecuadas en función de la variedad de árbol de té y el entorno de crecimiento.
2. Suelo: El suelo también tiene un gran impacto en la calidad y el sabor del té. Las condiciones adecuadas del suelo pueden proporcionar nutrientes y humedad para el crecimiento del té, lo que es beneficioso para la calidad y el rendimiento del té. Las diferentes variedades de árboles de té requieren diferentes tipos de suelo y texturas, y es necesario seleccionar el tipo de suelo y la textura apropiados de acuerdo con las variedades de árboles de té y el entorno de cultivo.
3. Manejo de la plantación: El manejo de la plantación de té también tiene un gran impacto en la calidad y el sabor del té, incluida la densidad de plantación, los métodos de poda, el manejo de la fertilización, etc. Una gestión razonable de la plantación puede promover el crecimiento y desarrollo del té y mejorar la calidad y el rendimiento del té.