¿Cuál es el paso más importante para hacer galletas?
En primer lugar hay que descongelar el líquido del huevo.
Los huevos congelados en el frigorífico deben colocarse a temperatura ambiente una vez sacados, de lo contrario no se combinarán fácilmente con otros materiales.
Si la temperatura es demasiado baja afectará el efecto de salida del huevo y la textura de las galletas también será mala. Para evitar esto, la mezcla de huevo debe calentarse a temperatura ambiente antes de prepararla.
En segundo lugar, el polvo se tamiza para evitar que se formen grumos.
La harina para pasteles utilizada para hacer galletas seguirá formando grumos incluso si se deja durante un tiempo debido a su bajo contenido de proteínas. El motivo de tamizar la harina es evitar la formación de pequeñas partículas cuando la harina aglomerada se añade directamente a otros ingredientes, de modo que las galletas horneadas tendrán una textura más delicada.
Además de la harina, normalmente hay otros materiales en polvo seco, como levadura en polvo, harina de maíz y cacao en polvo, que deben tamizarse.
En tercer lugar, derretir la mantequilla ayuda a revolver uniformemente.
Cuando la mantequilla se refrigera o congela, su textura se endurecerá. Si no se saca y se ablanda con antelación, será difícil de manipular. La mantequilla sólo se puede mezclar con otras harinas después de que se haya derretido, de lo contrario la masa se endurecerá.
La forma más sencilla de ablandar la mantequilla es sacándola y llevándola a temperatura ambiente. El tiempo que tarda en ablandarse depende de qué tan bien se haya refrigerado o congelado la mantequilla, pero debe ser lo suficientemente suave como para poder presionarla fácilmente con el dedo meñique.
Sin embargo, para hacer mantequilla exprimida es necesario derretirla completamente hasta alcanzar un estado líquido. Para convertir la mantequilla en estado líquido, es necesario calentarla, ya sea en el horno o en un recipiente de hierro fundido.
El aceite caliente debe enfriarse un poco antes de poder mezclarlo con otros materiales. De lo contrario, un nivel demasiado alto de aceite quemará los materiales mezclados.
En cuarto lugar, añade huevos varias veces.
Al hacer ciertos tipos de galletas, es necesario añadir huevos varias veces para mezclar los ingredientes de manera uniforme. Si lo agregas todo de una vez, el líquido del huevo se separará.
Por ejemplo, después de mezclar azúcar y aceite, los huevos deben romperse en huevo líquido y luego agregarse 2 o 3 veces, porque un huevo contiene aproximadamente un 74 % de agua. Si viertes todo el líquido del huevo en la pasta de crema a la vez, el aceite y el agua no se combinarán fácilmente, lo que provocará que el aceite y el agua se separen, lo que dificultará mucho mezclar bien.