¿Cuáles son los valores nutricionales y efectos de comer yemas de huevo?
La yema de huevo puede ayudar a las personas a resistir el envejecimiento y retrasar el envejecimiento. La yema de huevo contiene casi todos los nutrientes que necesita el cuerpo humano, por eso se la llama el "banco de nutrientes ideal". Los nutricionistas lo llaman el "modelo de proteína completa". Una de las experiencias de muchas personas mayores longevas es la de comer un huevo cada día.
2. Protege el hígado
Comer yema de huevo con regularidad puede ayudar a las personas a reparar el tejido hepático y proteger el hígado. La proteína de la yema de huevo puede reparar el daño del tejido hepático y la lecitina puede promover la regeneración de las células hepáticas. También puede aumentar la cantidad de proteína plasmática humana y mejorar la función metabólica del cuerpo y la función inmune del conejo.
3. Prevención y tratamiento de la arteriosclerosis
Los pacientes con arteriosclerosis suelen comer yemas de huevo para prevenir la arteriosclerosis. Los nutricionistas y trabajadores médicos estadounidenses utilizan la yema de huevo para prevenir la aterosclerosis y han logrado resultados inesperados y sorprendentes. Extrajeron lecitina de yemas de huevo, nueces e hígado de cerdo y se la dieron a pacientes cardiovasculares, de 4 a 6 cucharadas al día. Después de 3 meses, el colesterol sérico del paciente bajó de 1000 mg a 180 mg. El resultado de esta investigación ha atraído la atención de la comunidad médica mundial. Este método se ha utilizado clínicamente en muchos países y ha logrado resultados satisfactorios.
4. Prevenir el cáncer
Comer yema de huevo de forma habitual también puede ayudarnos a combatir el cáncer. La yema de huevo contiene más vitamina B2, que puede descomponer y oxidar carcinógenos en el cuerpo humano. Los oligoelementos presentes en los huevos, como el selenio y el zinc, también tienen efectos anticancerígenos. Según un análisis de la mortalidad por cáncer humano en el mundo, se encontró que la mortalidad por cáncer es inversamente proporcional a la ingesta de selenio. En áreas donde los residentes tienen altos niveles de selenio en la sangre o comen alimentos ricos en selenio, las tasas generales de mortalidad por cáncer son más bajas que en áreas donde los residentes consumen menos selenio.