¿Cómo cuidar a Clivia?
Clivia no tiene grandes necesidades de tierra para macetas, siempre que sea suelta y fértil. Puedes utilizar tierra de humus con una cantidad adecuada de agujas de pino para que quede fértil y suelta. Por supuesto, también puedes añadir un poco de tierra granulada y fertilizante de estiércol de pollo de forma adecuada para garantizar que la tierra para macetas tenga suficientes nutrientes.
Iluminación
Clivia es más adecuada para cultivar en un ambiente con suficiente luz difusa. Si la luz es demasiado fuerte, las hojas pueden volverse amarillas fácilmente o incluso quemarse con el sol. A Clivia se le puede dar luz directa adecuada en primavera, otoño e invierno. Preste atención a la sombra en verano y es mejor girar la maceta una vez a la semana para su mantenimiento, de lo contrario las hojas se torcerán fácilmente.
Riego
Clivia tiene una raíz carnosa y hay que prestarle más atención a la hora de regar. Al regar Clivia, asegúrese de utilizar métodos secos y húmedos, especialmente en verano. La pudrición de la raíz de Clivia en verano se debe principalmente al riego excesivo. En verano, Clivia estará inactiva y necesitará menos agua. Por ello, conviene controlar el riego y esperar a que la tierra de la maceta esté seca antes de volver a regar. Está prohibido regar Clivia en verano.
Fertilización
Clivia necesita una adecuada fertilización durante su periodo de crecimiento. Puedes utilizar un fertilizante compuesto de acción rápida dos veces al mes y enterrarlo a lo largo del borde de la maceta. También puedes utilizar tu propio fertilizante orgánico descompuesto. Por supuesto, también puedes añadir un poco de fertilizante cálcico a la Clivia, lo que hará que la Clivia crezca más sana.