Tang Seng y sus discípulos vieron una deliciosa sandía. ¿Qué dirían?
Sun Wukong: Hay sandía. Déjalo en manos del maestro.
Bajie: Déjalo en manos del Maestro. Está bien,
Sha Seng: De acuerdo.
Tang Seng: Ya que hiciste esto, no seré cortés. (Coge la sandía y la mastica)
Bajie: Hermano Mono y Sha Seng, nosotros tres, haremos tu voltereta nube e iremos a un restaurante de la ciudad a comer.
Wukong: Buena idea. Caminando.........
Monje Tang:............