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Come para ser una madre sana

¿No estás muy emocionada de ser madre pronto? Se dice que las mujeres embarazadas comen lo suficiente para dos personas, por lo que siempre comen mucho. De hecho, si comen sin restricciones cuando entran en embarazo, pueden tener trastornos en el metabolismo del azúcar durante el embarazo, aumenta la secreción hormonal y tienen resistencia; Efectos de la insulina. Algunas mujeres embarazadas con poca capacidad para compensar la insulina pueden tener un metabolismo anormal de la glucosa o una sensibilidad insuficiente a la insulina. Por lo tanto, para evitar tal situación, es necesario prestar atención al control dietético.

Controlar la ingesta de hidratos de carbono: Los hidratos de carbono son los alimentos básicos que ingerimos habitualmente como arroz, harina, mijo, etc. Hay que combinarlos con el peso de la embarazada y generalmente se controlan en 5-8 taeles. por día.

Presta atención al consumo de proteínas y grasas: 1 gramo de proteína por kilogramo de peso corporal al día. La grasa es principalmente aceite vegetal, aproximadamente 1 gramo por kilogramo de peso corporal al día.

Comer más verduras frescas: como tomates, pepinos, repollo, espinacas, apio, melón de invierno, puerros, repollo, etc.

Come frutas con límites: Elige frutas con bajo contenido en azúcar, como peras, naranjas, manzanas, kiwis, etc.

Evita los edulcorantes artificiales: Di no a la sacarina.

Es recomendable hablar de tu alimentación: los alimentos grasos, picantes y estimulantes pueden ser las preferencias gustativas especiales de algunas madres embarazadas, lo cual no importa en absoluto, pero para las "sugar mommies" con diabetes, Hay que abandonarlo.

Consuma comidas pequeñas con frecuencia: coma de 5 a 6 veces al día y comer de manera regular y cuantitativa puede controlar eficazmente el azúcar en sangre y evitar la cetosis.

Las mujeres embarazadas no deben descuidar el aporte equilibrado de nutrientes, especialmente la ingesta de algunos oligoelementos.

Calcio: componente importante de los huesos y dientes humanos. Participa en el metabolismo de nervios, huesos y músculos. Las algas marinas, la soja, la yuba, los productos lácteos, el hongo negro, el pescado y los camarones son ricos en calcio.

Hierro: Uno de los principales elementos utilizados por el cuerpo humano para producir glóbulos rojos. La anemia por deficiencia de hierro durante el embarazo no solo causa pánico, mareos y fatiga en las mujeres embarazadas, sino que también causa hipoxia intrauterina, retraso en el desarrollo y discapacidad intelectual en el feto. El hígado de cerdo, los huevos, las algas marinas, las verduras, los orejones y las cerezas son ricos en hierro.

Zinc: Interviene directamente en el metabolismo biológico celular del organismo. Los alimentos ricos en zinc incluyen los plátanos, las semillas de plantas (pipas de girasol, germen de trigo, diversos frutos secos) y el repollo.

Yodo: componente principal de la tiroxina humana. ¡Las algas marinas, los camarones y el pescado son reservas de yodo!

Magnesio: Mantiene la fuerza de huesos y dientes, regula los niveles de insulina y azúcar en sangre, y además tiene cierto efecto regulador en el control del colesterol y de los latidos cardíacos irregulares. El tofu, el yogur descremado, las semillas de girasol, el germen de trigo, las espinacas, las almendras blancas y las semillas de calabaza son buenos alimentos con magnesio.

Manganeso: juega un papel importante en el desarrollo auditivo del feto. Varios cereales, pastas, pan integral, frijoles, guisantes, diversas nueces, fresas y té negro son ricos en manganeso.

Potasio: Mantiene el equilibrio de líquidos en el cuerpo y juega un papel importante en la regulación de la presión arterial, el sistema nervioso y la contracción muscular. Al mismo tiempo, debido al aumento del volumen sanguíneo en el cuerpo de la futura madre durante el embarazo, para mantener el aumento adicional del volumen sanguíneo, se necesitan efectos más sinérgicos del potasio y el sodio. Los plátanos, tomates, pasas, orejones, melón y champiñones son las mejores opciones.

Cobre: ​​Sustancia base que forma los glóbulos rojos y proporciona nutrientes para el crecimiento de los tejidos, el metabolismo y el crecimiento del cabello. En particular, juega un papel importante en la mejora del corazón, los huesos y el sistema nervioso del bebé. El hígado de cerdo, la carne de cangrejo, los tomates, las espinacas, los frijoles negros, el arroz integral y los cereales integrales son los principales alimentos que aportan cobre.

Fósforo: Ayuda a la coagulación de la sangre y mantiene el ritmo cardíaco normal. También puede ayudar a que los músculos completen su función de contracción. Al mismo tiempo, también puede fortalecer dientes y huesos. La leche desnatada, las almendras, la carne de res, el hígado de res, el salmón, los frijoles negros y los huevos contienen altas cantidades de fósforo.