Un estudio de 20 años realizado por la Universidad de Harvard encontró que para prevenir la enfermedad de Alzheimer, se pueden comer más alimentos que contengan flavonoides
A medida que envejecemos, las funciones de nuestro cuerpo se deterioran, al igual que nuestro cerebro, lo que puede provocar deterioro cognitivo e incluso demencia. A pesar de los avances en la tecnología médica, la enfermedad de Alzheimer sigue siendo un desafío importante para la comunidad médica, por lo que la única forma de prevenir la enfermedad de Alzheimer es intervenir lo antes posible para frenar la progresión de la enfermedad. Un estudio de la Universidad de Harvard confirmó que comer más alimentos que contengan flavonoides puede proteger a las personas de la enfermedad de Alzheimer.
1. Comer más alimentos que contengan flavonoides puede prevenir la enfermedad de Alzheimer
Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que las personas que consumen flavonoides a través de su dieta diaria tienen capacidades cognitivas reducidas. El riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer es. significativamente reducido.
Entonces, ¿qué son los flavonoides? Los flavonoides son metabolitos secundarios de las plantas verdes y se encuentran comúnmente en alimentos vegetales como verduras, frutas y legumbres. Este tipo de alimento no sólo es rico en flavonoides, sino que también contiene una gran cantidad de antioxidantes, que pueden retrasar el envejecimiento de las células cerebrales e inhibir el deterioro de la capacidad cognitiva.
2. Cómo suplementar correctamente los flavonoides
Como se mencionó anteriormente, los flavonoides se encuentran comúnmente en frutas y verduras, entonces, ¿qué frutas y verduras tienen mayor contenido de flavonoides? ¿Cuánto es suficiente por día? A continuación se los explicarán uno por uno.
De hecho, los flavonoides son un término general, y tienen muchas subcategorías, como flavonoles, antocianinas, flavanonas, flavonoides, isoflavonas, etc. La forma más sencilla de determinar qué verduras y frutas tienen mayor contenido de flavonoides es observar el color. En términos generales, cuanto más coloridas son las verduras y frutas, más rico es el contenido de flavonoides.
Por ejemplo, el brócoli de color verde oscuro, las manzanas de color rojo brillante y las cebollas de color morado oscuro son ricos en flavonoles, mientras que los pimientos rojos son ricos en flavonoides y las naranjas amarillas son ricas en muchos flavonoles. Si desea obtener una gama completa de flavonoides, debe diversificar sus ingredientes y comer alimentos de varios colores en cada comida.
2. Controlar la ingesta
Sin embargo, por muy bueno que sea cualquier nutriente, se debe prestar atención a controlar la ingesta, una ingesta excesiva tendrá efectos negativos en la salud. ¿Cuántos flavonoides se deben consumir cada día? Los nutricionistas recomiendan que la ingesta diaria de flavonoides para adultos normales sea de 600 mg. En circunstancias normales, siempre que la dieta diaria sea equilibrada y variada y se consuman suficientes verduras y frutas, se puede complementar la cantidad de flavonoides y no es necesario complementar nutrientes adicionales.
3. Además de complementar los flavonoides, cómo prevenir la enfermedad de Alzheimer
1. Leer más y escribir más
Leer o escribir puede fortalecer la función cognitiva áreas del cerebro, haciendo que el cerebro sea más flexible y ayudando a prevenir la enfermedad de Alzheimer. Se recomienda que las personas mayores vean menos vídeos cortos y lean tanto como sea posible en su tiempo libre. Aquellos a los que les guste la caligrafía puedan practicar la escritura.
2. Juegos de rompecabezas
Si quieres mantenerte alejado de la enfermedad de Alzheimer, debes prestar atención a una dieta diaria variada y equilibrada, y aumentar moderadamente la ingesta de verduras, frutas y frijoles ricos en flavonoides.
Además, también debes cultivar intereses y pasatiempos saludables. Juega menos con el teléfono móvil y mira menos televisión en tu tiempo libre, lee más, escribe más o juega algunos juegos educativos para evitar el deterioro cognitivo.